Raúl Rodríguez Vega Subdirector '20minutos'
OPINIÓN28.01.2022 - 07:35h

La guerra de los egos

Se acerca la hora de la verdad. Estados Unidos y la OTAN dan un portazo a las exigencias rusas. Entre ellas, que Ucrania y Georgia no se unieran a la Alianza Atlántica. Ahora, la pelota vuelve a estar sobre el tejado de Vladímir Putin. Ya advirtió en más de una ocasión que tomaría medidas si se rechazaban sus peticiones. Por lo pronto, en su Cámara Baja ya debaten armar a los separatistas de la región del Donbass. Aseguran que ahora son libres de actuar como quieran. De momento, analizarán la situación con sus aliados: China, India, Cuba y Venezuela. Supuestamente, se sigue apostando por la diplomacia pero aumenta el temor a que Rusia cruce la línea roja. Según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, estamos "preparados para lo peor". Por eso, Ucrania se blinda cada vez más. Sus aliados no dejan de enviar refuerzos. La última República Checa que manda 4.000 municiones de artillería. En el lado opuesto Alemania. Se mantiene en su idea de no enviar armas. Incluso después de la reunión a cuatro en París con Francia, Rusia y Ucrania, donde no se sacó nada en claro. Se verán en Berlín en dos semanas, mientras el conflicto entra en una nueva fase.
El presidente ruso Vladimir Putin.
Se acerca la hora de la verdad. Estados Unidos y la OTAN dan un portazo a las exigencias rusas. Entre ellas, que Ucrania y Georgia no se unieran a la Alianza Atlántica. Ahora, la pelota vuelve a estar sobre el tejado de Vladímir Putin. Ya advirtió en más de una ocasión que tomaría medidas si se rechazaban sus peticiones. Por lo pronto, en su Cámara Baja ya debaten armar a los separatistas de la región del Donbass. Aseguran que ahora son libres de actuar como quieran. De momento, analizarán la situación con sus aliados: China, India, Cuba y Venezuela. Supuestamente, se sigue apostando por la diplomacia pero aumenta el temor a que Rusia cruce la línea roja. Según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, estamos "preparados para lo peor". Por eso, Ucrania se blinda cada vez más. Sus aliados no dejan de enviar refuerzos. La última República Checa que manda 4.000 municiones de artillería. En el lado opuesto Alemania. Se mantiene en su idea de no enviar armas. Incluso después de la reunión a cuatro en París con Francia, Rusia y Ucrania, donde no se sacó nada en claro. Se verán en Berlín en dos semanas, mientras el conflicto entra en una nueva fase.

El conflicto de Ucrania avanza entre declaraciones apocalípticas y exhibiciones de músculo militar, mientras cada país toma posiciones: Gran Bretaña mete baza porque a Boris el fiestero le viene al pelo distraer la atención, China observa, Alemania se esconde pues su pasado obliga, EEUU y Rusia comparan egos y misiles y España trata de pintar algo en el escenario, pero apenas se la ve junto al telón. Y al sentido común se le espera, pero todavía anda de vacaciones.

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