La investidura más costosa de la democracia da paso a un escenario todavía más difícil. El candidato socialista, Pedro Sánchez, será presidente hoy al tercer intento, por un margen tan estrecho que augura una investidura muy complicada. 

Encontrar los votos necesarios, y por dos pelos, entre la marabunta de los 19 partidos del Congreso le ha costado al PSOE compromisos casi imposibles, contradicciones de Sánchez con su discurso de hace dos meses y alianzas de alto riesgo. 

Casi todo será inédito en un mandato con tres frentes abiertos:el territorial, el económico y el del modelo de Estado. Nunca había habido un gobierno de coalición en la Moncloa, ni tampoco había quedado tan huérfano el espacio del centro.

Con el PSOE apoyado por los independentistas de ERC y Bildu, y aliado con Unidas Podemos, la oposición será bronca y la dinámica política, sin respiro ni concesiones. 

Pensar en otras elecciones era una pesadilla. Pero este tablero de patas frágiles sobre el que se asienta la gobernabilidad tendrá difícil garantizar la estabilidad necesaria. El calendario de la investidura, encastrado entre Año Nuevo y Reyes, simboliza la montaña rusa en que se ha convertido la política española y en la que va a iniciar su camino el nuevo Gobierno.