La polémica está servida: Burger King acaba de presentar nada menos que su primera hamburguesa vegetariana y para ello se ha apoyado en la ingeniería genética alimentaria. La nueva Impossible Whopper, 100% libre de carne, está disponible desde esta misma semana en 59 restaurantes de la cadena en San Louis (Misuri) y, si todo va bien, pronto se extenderá al resto de EE UU, aunque todavía no hay fecha para que llegue a Europa.

Esta hamburguesa no ha salido de las 'cocinas' de Burger King, sino de los laboratorios de la start-up Impossible Foods (Comida Imposible) fundada en 2011 por Pat Brown, un exprofesor de Stanford vegano empeñado en sacar la carne –especialmente de vaca– de nuestra dieta. Su nueva hamburguesa vegetal imita –dicen– a la perfección el sabor de la carne, e incluso su aspecto 'sangrante', gracias al uso de heme o leghemoglobina.

Se trata de una proteína rica en hierro que se encuentra de forma natural en la raíz de soja, pero que Impossible Foods logra producir masivamente gracias al uso de levaduras genéticamente modificadas. Otros ingredientes vegetales del mix añaden el toque a frutos secos de la carne picada.

En Burger King están encantados: "La gente de mi equipo que conoce el Whopper encuentra muy difícil distinguirla", asegura el director de Marketing al NYTimes. De hecho, esta cadena no es la primera en sacar a la venta una hamburguesa de Impossible Foods con éxito. Pero no todo el mundo está tan contento.

La Agencia de seguridad alimentaria de EE UU pide cautela porque estos ingredientes no han sido nunca antes consumidos por los humanos y podrían provocar alergias. Los rancheros claman porque no se le llame 'carne'. Y otros grupos reacios a los transgénicos cuestionan su seguridad. Nunca se cocina a gusto de todos.