DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
OPINIÓN

Unos calzoncillos nuevos para Vettel, por favor

Sebastian Vettel saluda al público durante el GP de Australia.
Sebastian Vettel saluda al público durante el GP de Australia.
EFE
Sebastian Vettel saluda al público durante el GP de Australia.

La victoria de Valtteri Bottas en el GP de Australia ha dejado varios retratos. El primero: el de la propia Mercedes, que ha visto cómo si teórico segundo piloto le ha dado para el pelo al líder de filas. Normal que al finlandés se le soltase la lengua, después de la cantidad de palos que le cayeron en 2018.

El segundo cuadro lo protagoniza Ferrari y deja muy tocado a Mattia Binotto en su primera carrera como jefe de la Scuderia. Mucho se leerá estos días en la prensa italiana de cómo han regalado un punto de los que puede decidir un Mundial.

Es lícito emplear órdenes de equipo. Es hasta exigible en un equipo que se quiere considerar como candidato a ser campeón. Lo que tiene menos explicación es sin un objetivo final. Aquí es donde se debería notar la mano de un jefe de escudería en condiciones. Si Charles Leclerc tenía más ritmo que Sebastian Vettel, ¿por qué le ordenaron quedarse atrás? Si esta decisión hubiera venido acompañada de una parada en boxes (¡tenían 35 segundos de margen! ¿No hay nadie mirando los tiempos?) para hacer la vuelta rápida, aún tendría un pase, pero no lo hicieron Dios sabe por qué.

¿Por qué Vettel ha pedido de manera explícita que Leclerc sea su segundo? ¿Acaso tiene miedo de que el monegasco, un diamante de futuro, le barra en su primer año vestido de rojo? ¿Hay que enviar unos calzoncillos nuevos a la atención de todo un tetracampeón del mundo porque en la primera carrera con el joven Leclerc ya los ha manchado de marrón?

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