Esta es la zona del cuerpo con la piel 50 veces más gruesa que la del rostro y así es como debes cuidarla en verano
Con el verano llega también el destape y, con él, esas zonas especialmente 'delicadas' que quedan al descubierto. No es que en invierno no estuvieran mal, es que ahora las vemos y nos urge remontar su aspecto. Piel rugosa, de apariencia especialmente seca, grietas… un intensivo de hidratación y algunos cuidados más se vuelven de repente imprescindibles.
Además de que esas zonas especialmente castigadas de las que hablamos son propensas a la acumulación de células muertas debido a su grosor, circunstancia que provoca que se muestre la dermis especialmente seca y poco estética, también influye el hecho de que por naturaleza se trata de puntos clave en los que apenas existen glándulas sebáceas. De hecho, las pocas que hay, se distribuyen de manera irregular.
Además de codos y rodillas, zonas olvidadas que en verano 'dan la cara', su peor cara, hoy vamos a hablar de otra que tiene mayor espesor que la piel del resto del cuerpo, y que es así porque debe hacer frente al continuo roce al caminar. Efectivamente, hablamos de los talones, cuya piel puede llegar a ser hasta 50 veces más gruesa que la del rostro.
Para combatir la rugosidad y la deshidratación extra de estas áreas olvidadas, concretamente de los talones, Juan Manuel Mata, director científico de Saluvital nos ofrece una serie de consejos muy eficaces para iniciar la remontada.
¿Por qué se agrietan los talones?
Según nos explica el director científico de Saluvital, "la piel de esta zona del cuerpo es más áspera y rugosa que el resto debido a su gran falta de lípidos. Los talones aguantan mucho a lo largo del día, son una de las zonas del cuerpo que mayor presión soporta y están sometidos a una fricción considerable, lo que conduce a la pérdida de elasticidad".
Cuando la textura de los talones está seca y endurecida, se produce una alteración de la dermis en la que la piel empieza a desgarrarse, llegando a romperse. Debido a la falta de hidratación y a la pérdida ocasional de elasticidad por sus características, aparecen grietas que a veces pueden ser dolorosas y que resultan complicadas de revertir (aunque no es imposible)".
Algunas costumbres a evitar
Mata recomienda usar siempre calzado de buena calidad, y no escatimar en este punto aunque estemos en verano y nos parezca que casi todo vale. El calzado bueno es fundamental siempre.
Tampoco recomienda el experto, por mucho que escuchemos hablar de lo beneficioso que es caminar descalzos, ir sin zapatos durante largos periodos de tiempo. Además, los pies son piel también y como tal, deben estar protegidos de los efectos nocivos del sol. El protector solar también debe llegar a ellos.
Ducharse con agua muy caliente, por placentero que sea, no es la mejor idea, puesto que los contrastes de temperatura favorecen las grietas. "La temperatura del agua en estos casos debería estar siempre entre 25 y 30 grados, pero no más", aconseja.
Estos son los ingredientes clave para recuperar talones agrietados
"Los pies deben estar siempre limpios y secos; utilizar sobre ellos jabones neutros; exfoliarlos; e hidratarlos de manera eficaz a base de manteca de karité que nutre y repara en profundidad esa zona. La urea también es un ingrediente imprescindible cuando queremos suavizar unos talones castigados".
"La mezcla de ambos principios activos, el karité y la urea, van a desencadenar dos mecanismos muy recomendables. Por una parte, una acción renovadora con la que las células de la epidermis, concretamente los corneocitos, se hidratan y se suavizan. La otra acción es nutritiva, para promover la integridad de la barrera cutánea, regular la evaporación de los líquidos intercelulares y contrarrestar la excesiva cohesión de los corneocitos provocada por el estrés mecánico", añade el experto entrevistado.
Cuidados clave para recuperar los talones extremadamente secos
Juan Manuel Mata resume los cuidados imprescindibles para atender correctamente la piel de nuestros talones en tres. El primero de ellos es la exfoliación, especialmente necesaria en verano. "Es fundamental exfoliar la piel de estas zonas cada semana: mejorarás la apariencia y textura de la piel que, en codos y rodillas tiende, además, a oscurecerse por la acumulación de células muertas".
Y añade: "Un cepillo exfoliante o un guante de crin para eliminar las células muertas son opciones perfectas. Más aún en los talones, donde debes tener cuidado con el uso de la piedra pómez que, aunque es muy eficaz, no debe dañar las zonas más sensibles si frotamos demasiado".
El segundo paso insoslayable es mantener una hidratación exhaustiva y diaria. "Es más importante de lo que parece utilizar productos específicos para estas zonas diariamente, sobre todo por la noche, momento en el que la piel se resetea, para que se nutran en profundidad. La crema especial zonas castigadas (codos, rodillas y talones) con manteca de karité de Saluvital, por ejemplo, es muy eficaz".
Como tercer consejo en la rutina del cuidado de los talones, Mata recomienda aplicar los productos nutritivos mediante un masaje, porque "de esta forma se aliviarán tensiones de las zonas sometidas a fricciones constantes, mejorará la circulación sanguínea y, en el caso de los pies, minimizará los efectos como soporte continuo del peso corporal".
Daños colaterales en la piel de los pies castigados
En cuanto a unos pies sensibles que no están recibiendo los cuidados necesarios, se pueden desarrollar algunos daños colaterales. El experto pone el foco, especialmente, en dos: el pie de atleta y la queratodermia.
"Por lo que respecta al pie de atleta, se trata de la dermatofitosis más frecuente del cuerpo. Afecta especialmente a adultos jóvenes que hacen deporte, utilizan calzado cerrado, y frecuentan baños y piscinas públicas. Se manifiesta sobre todo durante los meses de verano y/o en los climas más cálidos", explica el director científico de Saluvital.
"La queratodermia climatérica, que conocemos popularmente como grietas dolorosas, se manifiesta sobre todo en personas que usan habitualmente sandalias o chanclas, puesto que con ellas desarrollan piel engrosada y fisuras en los puntos de presión de los talones".
A modo de resumen, no debemos olvidar que la clave para lucir unos talones suaves en verano se basa en la constancia, hidratando diario (dos veces al día, mañana y noche) y exfoliando para evitar la formación de durezas.