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¿Es normal tener dolor de espalda en el embarazo o puede ser causa de alguna patología?

Mujer embarazada haciendo ejercicio
iStockphoto

Dr. Pablo Barbero Aznáre

  • Neurocirujano, Instituto Clavel Madrid

Durante el embarazo es normal sentir dolor en la espalda baja debido al crecimiento del útero y/o cambios hormonales, que preparan los ligamentos y articulaciones de la pelvis para ser más flexibles y permitir el parto vaginal.

Es importante mencionar que el dolor de espalda durante el embarazo puede ser causado por el estiramiento y debilidad de los músculos abdominales, la hiperlordosis lumbar y el aumento en el tamaño del bebé.

Es recomendable revisar esos dolores antes

El dolor lumbar acostumbra a surgir en torno a las 20 y las 28 semanas embarazo (del quinto al séptimo mes) no obstante, en otras embarazadas empieza entre el segundo y tercer mes de gestación (8-12 semanas).

Sin embargo, el dolor de espalda también puede ser un síntoma de otras afecciones que pueden empeorar con el embarazo, como la escoliosis, la hernia discal, la osteoporosis o la ciática. Debido a los esfuerzos del parto y a los cambios hormonales que tienen relación también con la mineralización ósea, puede haber casos de edema óseo vertebral e incluso de fracturas-aplastamientos vertebrales tras el trabajo de parto.

Por lo tanto, es importante que las mujeres embarazadas informen a su médico o enfermera sobre cualquier dolor de espalda persistente o intenso para considerar cualquier problema de salud subyacente, ya que puede ser incluso un signo de trabajo de parto prematuro o una infección de vías urinarias.

Los dolores de espalda pueden variar durante el embarazo

El dolor puede variar desde leve hasta severo y desde agudo hasta crónico. Hacer ejercicio regularmente como natación, caminar, Pilates y ejercicios pélvicos puede ser útil para aliviar el dolor. También se puede trabajar en mantener la postura correcta, usar calor local con una manta eléctrica y recibir un masaje por un fisioterapeuta colegiado.

También es útil usar zapatos cómodos, evitar estar de pie o sentada por largos períodos de tiempo, usar almohadas para apoyar la espalda mientras se duerme (ayudan los cojines de lactancia semilunares grandes) y realizar ejercicios de fortalecimiento de la espalda y estiramientos suaves. 

Finalmente, existen unos ejercicios con pañuelos que se hacen entre dos personas y sirven para descargar la columna lumbar, pregúntale a tu matrona por ellos: es la técnica del “rebozo” y la enseñan, por ejemplo, en algunos centros de salud.

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