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La enfermedad silenciosa que no duele ni tiene síntomas y puede dejarte sin vista

Glaucoma, vista, revisión, oculista
IMO - Archivo

¿Te imaginas que hubiera una enfermedad que no diera síntomas? Ni dolor, ni pérdida de función, ni molestias, nada. ¿Te imaginas que pasaría si esa enfermedad, además, fuera tan grave como para dejarte sin vista?

SALVADOR GARCÍA-DELPECH

  • Co-Director médico Clínica Aiken
    Fundación Aiken. Valencia.

No hace falta que te lo imagines, se calcula que un millón de personas en España padecen una enfermedad que, aunque poco a poco, les va a ir quitando la vista, no les va a avisar en ningún momento hasta que ya sea demasiado tarde. De hecho, el 40% de ellos ni siquiera sabe que tiene la enfermedad. Se trata del glaucoma de ángulo abierto.

Más de un millón de personas padece glaucoma en España
EP

¿Qué es el glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad realmente del nervio óptico, pero la manera en la que se produce es a partir de un aumento de presión en los ojos, vamos a ir poco a poco y así lo entenderemos mejor.

El ojo es como una esfera que está rellena de un líquido que es el que mantiene su forma y sus características. Dicho líquido se está generando y eliminando constantemente para que se mantenga una presión adecuada que podemos medir y suele ser inferior a los 21 mm de mercurio. La presión sigue un ritmo circadiano, es decir, que a lo largo del día va a tener cambios pero debería de ser siempre inferior a esa medida, si no lo es así y sube, puede alterar la función de las fibras nerviosas… ¿qué?, ¿qué es eso? Vamos a verlo.

Imagen del ojo humano.
Pixabay

Las fibras nerviosas: qué son y cuál es su función

Cuando se genera una imagen en la retina, cuando miras algo y los receptores que son los conos y bastones lo ''ven'', van a tener que enviar la información en forma de transmisión eléctrica a través de unos cables hacia la parte posterior del cerebro, que es donde se va a analizar y va a crear la magia que supone la visión. Pues esos cables son las fibras nerviosas, que van a reunirse en la parte posterior del ojo para formar lo que llamamos el nervio óptico, un cable más grueso que es el que va a empezar el recorrido hacia esa parte posterior u occipital del cerebro.

Las fibras nerviosas, si las perdemos, no se pueden regenerar, y eso como te imaginarás, supone un problema importante ya que poco a poco dejarán de transmitir la información que se ha generado en la retina… espera, ¿pero no decías que no daba síntomas, que no te enterabas?... déjame que te lo cuente: El caso es que cuando se empiezan a perder fibras, la parte central de la visión queda ''protegida'', no dejamos de ver, lo que vamos perdiendo es el campo periférico, por eso al principio no nos damos cuenta, luego quizá tengamos algún problema a la hora de aparcar el coche, de medir las distancias, de tropezar con alguna silla, pero es muy probable que lo achaquemos al cansancio, al estrés,… tardamos mucho en darnos cuenta de que es el campo visual lo está que fallando. Incluso cuando un ojo ya no ve, es fácil que lo ''suplamos'' con el otro ojo y no nos dé la sensación de que tengamos ningún problema.

¿Te parece exagerado? Te contaré una anécdota, antes yo diagnosticaba algunos casos en mayo y junio, cuando se celebraban bodas y comuniones, y algún paciente me comentaba que al ir a hacer una foto y guiñar un ojo, se daba cuenta de que no veía con el otro, es triste pero así era. Ahora no es que se acuda al médico oftalmólogo con más frecuencia a revisarse, sino que hemos cambiado las cámaras de fotografía por móviles, y ya no se guiña un ojo para hacer una foto.

Un proyecto europeo trabaja en el desarrollo de un nuevo sistema de bajo coste y alta resolución para la detección temprana del glaucoma, esencial para evitar una discapacidad visual severa o una ceguera.
EFE

Pero entonces, ¿qué podemos hacer?. La verdad es que la tecnología ha avanzado mucho, y ahora tenemos la posibilidad no sólo de medir la tensión ocular, sino también de ver la afectación del nervio óptico y las fibras nerviosas mediante sistemas de tomografía computerizada, o incluso ver cómo está el campo visual con programas adaptados a gafas de realidad aumentada que en apenas 3 minutos nos dan un resultado de screening. 

Lo único que hace falta es que entendamos que a partir de los 40 años hemos de acudir a un médico oftalmólogo para realizar una revisión clínica en condiciones, da igual que sea al sistema público o privado, hay momentos en la vida que son suficientemente importantes como para que eso pase a ser algo secundario, lo importante es ser explorado por un médico oftalmólogo.

Y una vez diagnosticado, tranquilos, hay tratamientos médicos con gotas, láseres, cirugía mínimamente invasiva, válvulas, etc… si lo diagnosticamos, ya estamos más cerca de que la historia tenga un final feliz. Un saludo, nos vemos en el próximo artículo y recuerda: tus ojos, tu vista, son verdaderamente muy valiosos, cuidémoslos juntos.

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