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Lara Ferreiro, psicóloga: "Lo primero que hago con mis pacientes es 'matarles' la esperanza de que su pareja tóxica va a cambiar"

Lara Ferreiro, psicóloga especdialista en adicción emocional.
L.F.

¿Crees que eres adicta a un hombre tóxico? ¿Acabas siempre enganchada al mismo perfil de gilipollas? La psicóloga Lara Ferreiro, conocida en España por su participación en programas de televisión como asesora, nos pone sobre aviso respecto a las adicciones emocionales (tanto para ellas como para ellos, aunque sus pacientes son mujeres) y la manera de romper con una pareja tóxica.

Con la publicación de su libro 'Adicta a un gilipollas. Supera tu adicción emocional a una relación tóxica' (editorial Grijalbo) la experta comparte un método radical de mes y medio de duración creado por ella misma, con el objetivo de identificar el problema, volver a quererse y escapar de una pareja que nos anula como personas. 

Para saberlo todo sobre las relaciones tóxicas, y los tips para ser más fuertes contra ellas, 20 minutos ha entrevistado a la autora.

Comienzas tu libro con lo que llamas 'el yonquitest'. ¿Para qué sirve?Es una herramienta eficaz para que cualquiera pueda ver su grado de adicción  emocional. Solo a partir de ahí, una vez identificado el problema, se pueden buscar soluciones. Y ya adelanto que no es fácil.

'Adicta a un gilipollas'… ¿no pueden ser adictos a una gilipollas?Por supuesto que sí. Lo que pasa es que yo, en consulta, trato a mujeres y es el perfil que conozco. Lo que es indudable es que las mujeres somos más propensas a caer en la adicción emocional, por la forma en la que tenemos configurado nuestro cerebro. 

¿Hay más mujeres adictas a un hombre tóxico ahora que antes? Todas hemos crecido con una princesa Disney dentro. Disney ha hecho mucho daño a las mujeres, y el porno a los hombres. Es como un cáncer, que va avanzando. Llevo años viendo adictas a gilipollas en terapia, y todas ellas llevan demasiado tiempo permitiendo cosas que no les encajan, pero que terminan justificando.

Disney ha hecho mucho daño a las mujeres, y el porno a los hombres

En muchos casos tendrán miedo a la soledad.Las víctimas no se atreven a reconocer que lo son, y siempre buscan justificaciones para no enfrentarse a la realidad. Cuando empiezan a ser conscientes y vienen a consulta, por regla general, llegan muy destrozadas ya. Casi siempre buscan ayuda alertadas por su entorno, las amigas, la familia.

Lara Ferreiro, psicóloga

Lara Ferreiro (Madrid, 1988) es psicóloga especializada en adicción emocional, autoestima, pareja y desarrollo personal para la mujer. Estudió en el Metropolitan Center for Mental Health de Nueva York y en la actualidad compagina la atención clínica presencial en su despacho de Madrid, con la terapia on line. Participa en congresos de psicología, y en programas de televisión como asesora. En su página web publica cursos on line, así como vídeos divulgativos en su canal de YouTube.

Una vez has detectado que eres adicta a un gilipollas, imagino que el proceso de mandarle a paseo no es fácil.No lo es, pero las mujeres que pasan por mi consulta, acaban dejándolo, que es lo que tienen que hacer. Aunque también diré que la mayoría llegan con el fantasma de que va a cambiar. Lo primero que hago yo con mis pacientes es 'matarles' la esperanza de que su pareja tóxica va a cambiar.

Pero un hombre (o mujer) tóxico, manipulador, narcisista, no va a permitir que le dejen tan fácilmente.¡Claro! Por eso he desarrollado mi método radical de 6 semanas, porque hay mucho que trabajar. Lo más inmediato es bloquearle de todo, redes sociales y lo que haga falta. Luego les explico que es necesario el 'consumo 0'. 

O sea, como con las drogas.Igual, es una adicción. Hay que desengancharse de física y emocionalmente del hombre que para ellas es como una droga, ese sin el cual muchas creen que 'no son nada'. Trabajamos mucho las recaídas. La zona verde es 'no quiero consumir'. La naranja, 'quiero consumir a cualquier precio'. Y la roja, cuando han caído de nuevo en la trampa. Hay un método, unas reglas que seguir: les mando leer su 'lista del terror', esa en la que apuntan todo lo malo que las ha hecho, por ejemplo.

Ser adicta emocional es lo mismo que consumir drogas, luego tienes que desintoxicarte

¿Y cómo se evitan las recaídas, si es una droga?Hay que fijar un día y una hora para dejarle. Pero antes, hay que hacer mucho trabajo interior, analizar lo que te hace sentir, el tiempo que has perdido… Hasta que no veo que están en el punto justo, al 100% de seguridad en sí mismas, no las dejo que lo manden a la mierda. Tienen que estar fuertes, para no actuar desde el impulso, porque eso provoca la recaída segura. Hay que planificarlo todo perfectamente.

La autoestima, ¿dónde queda en una relación tóxica?La buena noticia para quien sienta que está en una relación tóxica, es que la autoestima perdida se puede recuperar. El cerebro es neuroplástico, como la plastilina, y con autorrespeto volverá. El trabajo de un gilipollas consiste en destrozar tu autoestima, en decirte cosas que te van hundiendo y haciéndote creer que no vales nada para tenerte a su merced. Y lo peor es que estas mujeres acaban por creérselo, y se tratan mal. A mis pacientes les digo a menudo "si todo lo malo que te dices a ti misma, te lo dijera alguien de fuera, no volverías a dirigirle la palabra".

La autoestima perdida se puede recuperar, porque el cerebro es neuroplástico

¿Cuál es el orden, la mujer cae en una relación tóxica porque ya venía con la autoestima baja, o ésta desaparece dentro de la relación?Sin duda, cuanto más arriba tienes la autoestima, menos te costará después recuperarte y volver a colocarte en tu sitio. Pero esto no quiere decir que las mujeres teóricamente empoderadas, con una personalidad fuerte, formadas… no puedan caer. De hecho, caen.

Como estamos hablando de tus pacientes, mujeres, ¿cuál es el perfil del hombre 'nocivo'? ¿Existen puntos comunes en todos ellos?Algunos psicólogos hablan de que no hay personas tóxicas, sino relaciones tóxicas. Yo sí creo que hay personas tóxicas. Tóxico es aquel que hace daño a los demás, que no tiene en cuenta tus sentimientos, que cree que el fin justifica los medios, y que tiene que alimentar su ego machacando a los demás. Y en las relaciones hay mucho depredador. Yo destacaría al hombre tóxico más común, que es un psicópata integrado en la sociedad. Este perfil no genera culpa, ni empatía, ni razonamiento moral. Son incurables, no hay reinserción posible.

En las relaciones hay mucho depredador. Y sí, hay gente tóxica

¿Existe un perfil de mujer más propensa a 'caer'?Yo misma tuve un psicópata tóxico en mi vida, y hablo de él en el libro, aunque con un nombre ficticio. Antes de estudiar psicología, pensaba que en una relación tóxica solo podían caer determinados perfiles de mujer, quizá menos preparada, con un entorno poco estable, con ciertos problemas… pero lo cierto es que no. Nadie está a salvo. 

¿Cómo identificar si se es adicta a un gilipollas?Hoy en día vivimos en una pandemia emocional, yo estoy asustada de todo lo que veo en consulta. Hay una crisis de valores brutal. A partir de aquí, el común denominador de un gilipollas es el bombardeo amoroso, yo lo llamo 'la campaña electoral'. Sucede al principio, es amoroso, atento, maravilloso, te promete la luna… Todas las adictas que han pasado por mi consulta me dicen que quisieran volver a esta primera etapa y recuperar 'a ese hombre', pero en realidad no existe, es una careta.

Vivimos en una pandemia emocional, con una crisis de valores brutal

Imagino que aquí entra en escena ese término tan escuchado del 'gaslighting'.El gaslighting es la luz de gas, la manera en la que estos hombres te van dosificando los afectos, te dan y te quitan a partes iguales para tenerte en vilo, para crearte inseguridad y poder manipularte.

Trabajan una especie de 'castigos'.Eso es. Si te portas bien, te dan el 'premio'. Si haces algo que no les gusta, te retiran el caramelito. El refuerzo intermitente es muy peligroso, y el arma típica de todos los gilipollas. Funciona como si fuera una máquina tragaperras: un día te da premio y otro día te quita el dinero. Sin darse cuenta, la víctima va a intentar complacerle todo el rato para tener ese premio. Así funciona.

El refuerzo intermitente es muy peligroso: la persona tóxica le da 'premios' y se los quita a su pareja para manipularla 

¿Y estos hombres, son infieles?Estos perfiles lo que hacen muy bien es intentar hacer creer a su víctima que ve fantasmas cuando cometen infidelidades. Y sí, lo hacen. Cuando ya te han destrozado, buscan otra víctima porque son depredadores. Tengo muchas pacientes que les han pillado en una infidelidad, y ellos tienen tal habilidad para darle la vuelta a la tortilla que al final ellas creen que son imaginaciones y que la víctima es él. Una paciente pilló en la cama a su pareja con otra mujer, y él encima le decía "¿ves, ves lo que me obligas a hacer porque tú no me das lo que necesito?". ¡Es el colmo!

¿Cuánto de habitual es esto de vivir una relación tóxica?Las cifras son brutales. Siete de cada diez mujeres han estado, están o estarán en una relación tóxica a lo largo de su vida. Existe una química del cerebro que te engancha a determinadas sustancias como la dopamina, la adrenalina, la vasopresina (hormona de la fidelidad) y el cerebro no entiende de buenos ni malos, entiende de química. Es fundamental, si alguien tiene dudas, que se pregunte cómo le hace sentir esa relación. Tiene que hacerte sentir bien, querida, respetada… si no es así, ¡déjalo! La pareja tiene que ser sana, no un sufrimiento constante y encima en una sola dirección.

Siete de cada 10 mujeres han estado, están o estarán en una relación tóxica

Además de elaborar una serie de ejercicios muy prácticos en tu libro, terminas con un decálogo con los ingredientes que debe tener una relación sana.Una relación sana es aquella que marca límites, que trabaja el respeto, en la que existe comunicación, fidelidad emocional y física recíproca, trabajo en equipo, independencia económica… Es importante que tu relación no te aparte de tus amistades ni de tu familia, que sea fácil, natural y tranquila, sin sobresaltos constantes, que haya planes de futuro juntos y que exista deseo. No es tan difícil, ¿verdad?

Una relación sana debe marcar límites, tener respeto y comunicación fluida 

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