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Un neurocirujano alerta del peligro de lesiones cerebrales en la piscina: desde tirarse de cabeza al 'balconing'

La piscina es una actividad de ocio que también tiene riesgos
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¿De qué manera se puede dañar el cerebro en una piscina? Desde luego hay múltiples. Hay causas traumáticas, hipóxicas (falta de oxígeno) e infecciosas, entre otras.

Dr. Pablo Barbero Aznárez

  • Neurocirujano del Instituto Clavel

Entre las causas traumáticas es tristemente célebre el 'balconing', en el que una persona salta desde una terraza hacia la piscina y termina impactando con la cabeza en alguna estructura. Esto puede provocar lesiones hemorrágicas (sangrado) en el cerebro, fracturas del cráneo y fracturas vertebrales entre otras.

En un estudio en Estados Unidos (Tadros, 2018), se vio como la mayoría de lesionados eran hombres. Las lesiones medulares eran más frecuentes en mayores de 25 años, y las lesiones cerebrales en menores de 25 años. En general, la mayoría de los accidentes ocurren en la franja de edad entre 15-24 años. Otra posible forma de lesionar nuestro cerebro viene dada por la forma de zambullirse en el agua, pudiendo chocar con el fondo en los saltos de cabeza o contra un bordillo u otra persona.

También son causa de lesión neurológica y muerte en personas jóvenes los ahogamientos y casi ahogamientos (Bross, 1995). La mayoría aspiran agua y desarrollan edema pulmonar. La inmersión prolongada provoca asfixia cerebral y daña el cerebro en 5 minutos, con lo cuál, es esencial la supervisión estrecha de los niños pequeños, la instalación de vallas alrededor de las piscinas, y abstenerse del consumo de alcohol durante la participación de deportes acuáticos, por ejemplo. También son muy recomendables las clases de natación a todos los niños en torno a los 4 años de edad (De George, 2020).

También hay casos de infecciones por amebas (Acanthamoeba, Balamuthia y Naegleria) que provocan meningoencefalitis, muy grave y a menudo mortal (Martínez, 1977). La Acanthamoeba y Balamuthia afecta más a personas debilitadas por una enfermedad crónica, con fármacos inmunosupresores o trastornos del sistema inmune, y no están tan relacionadas con la natación. Sin embargo, la Naegleria usualmente ocurre en personas jóvenes y sanas que han nadado en estanques, lagos artificiales o piscinas climatizadas. Suele requerir que el agua esté caliente.

También existen casos de cefaleas sin lesiones estructurales del cerebro que pueden ser desencadenadas por el agua caliente o nadar (Negoro, 2000).

Para terminar, quiero recordar que es fundamental ser prudente dado que las lesiones en las piscinas pueden ser graves y afectar al cerebro. ¡Disfruta de las piscinas con cuidado!

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