Actualidad

La emotiva llamada de Drew Weissman a sus padres tras ganar el Premio Nobel de Medicina 2023

La emotiva llamada de Drew Weissman a sus padres tras ganar el Premio Nobel de Medicina 2023
Europa Press

Hace solos unos días los científicos que lograron comprender cómo modificar el ARNm para convertirlo en una terapia eficaz que permite una tecnología clave para desarrollar rápidamente vacunas en plena pandemia mundial de Covid-19, Katalin Karikó y Drew Weissman, fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina 2023. Justo en este sentido, cabe recordar que hace solo dos años los creadores de las vacunas contra la covid-19 también fueron galardonados en España con el Premio Princesa de Investigación. También fueron galardonados en 2022 con el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA.

El jurado de la Academia sueca les acaba de otorgar este galardón internacional "por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra la covid-19". Ahora, los descubridores de un tipo de vacuna que salvó vidas y frenó la pandemia que paralizó el mundo en el año 2020, tendrán que repartirse nueve millones de coronas suecas, equivalentes a 830.000 euros. 

En los albores de la pandemia de Covid-19, en 2020, su trabajo brilló universalmente porque Pfizer/BionTech y Moderna decidieron emplear la tecnología de Karikó y Weissman para desarrollar sus vacunas contra el virus. Han sido utilizadas en 164 países y, solo en Estados Unidos, las vacunas de ARNm representan más de 655 millones de dosis totales administradas desde que estuvieron disponibles en diciembre de 2020.

El momento en el que Weissman cuenta a sus padres que ha ganado el premio Nobel

El inmunólogo estadounidense, y también catedrático en la Universidad de Pensilvania, al igual que su compañera la investigadora húngara Katalin Karikó, se ha hecho viral en las redes sociales. La Universidad de Pensilvania donde trabajan ambos ha grabado el momento en el que Weissman telefoneó a sus padres para contarles que había sido premiado con el Premio Nobel de Medicina 2023.

Tras asegurarse que los ambos progenitores estaban al otro lado, les dijo: "Tengo algo que contaros", a lo que su madre contestó: "Dispara". Y eso es lo que hace: "Gané el Premio Nobel", cuenta. Y se desata la alegría entre sus progenitores: "Oh ¡Dios mío, Drew! Estás de broma. Felicidades. ¡Qué fabuloso! No sé qué decir. Estoy a punto de caerme al suelo", reconoce su madre, que además, aprovecha para recordarle que siempre decía "que nunca iba a pasar": "¡Y lo has hecho! y siendo tan joven! Felicidades corazón. Eres el producto de nuestros corazones, Drew. Felicidades, te lo mereces".

La historia de dos décadas de trabajo conjunto detrás de los dos científicos estadounidenses

Weissman y Karikó llevan veinte años trabajando juntos, "antes de que nadie supiera lo que es el ARN o le importara", contaban estos días tras recibir el galardón. Compartían además que, como ambos tienen dificultades para dormir, no era raro que "a eso de las tres o las cinco de la mañana" se enviaran correos electrónicos con nuevas ideas: "Siempre era estimulante, siempre estábamos hablando de ciencia", recuerdan.

Lo cierto es que este galardón premia, de hecho, una asociación de científicos que se inició gracias a un encuentro casual en 1997 mientras fotocopiaban trabajos de investigación. Desde entonces Karikó y Weissman investigan juntos todas las posibilidades del ARNm (ácido ribonucleico mensajero) como tratamiento terapéutico. 

Ambos se dieron cuenta en los albores de su trabajo en equipo de que el ARNm ocasionaba un grave efecto inflamatorio en el cuerpo que limitaba su uso biomédico e impedía su empleo para vacunas. Su fragilidad de conservación también era un obstáculo. Pero a lo largo dos décadas, los experimentos permitieron a ambos científicos ordenar de manera segura la producción de proteínas

Fue entonces cuando idearon una solución que permitió al ARNm transportar nuevas órdenes de trabajo a las células sin causar brotes de inflamación. En sus principios, sus hallazgos no fueron celebrados por la comunidad científica como ellos esperaban. A algunos les parecían "poco convencionales y casi de ciencia ficción", reconocería Karikó. Hasta 2010, cuando la pareja publicó que el ARN en ratones permitía la producción temporal de glóbulos rojos. Entonces la academia empezó a fijarse en sus importantes descubrimientos.

Desde la Universidad en la que siguen trabajando asociados destacan que "durante la mayor crisis de salud pública de nuestras vidas, los desarrolladores de vacunas confiaron en los descubrimientos del Dr. Weissman y el Dr. Karikó, que salvaron innumerables vidas y allanaron el camino para salir de la pandemia" y recuerdan que ahora, "se está probando el mismo enfoque para otras enfermedades y afecciones".

¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate gratis a nuestra nueva newsletter.

loading...