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Qué es la cronopatía, cuáles son los síntomas y las soluciones para una adicción más peligrosa de lo que parece

Querer aprovechar las 24 horas del día puede ser peligroso para la salud mental y física.
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Vivimos en un mundo obsesionado por el trabajo y la productividad, por aprovechar cada segundo de nuestra vida 'haciendo algo', y con pavor a parar la rueda y descansar, permitiéndonos 'no hacer nada'. La cronopatía es la obsesión y preocupación constante por no malgastar el tiempo, y eso que podría parecer una virtud puede convertirse en un grave problema psicológico.

Ser productivos es algo necesario, "y también aprovechar las horas de trabajo. El problema surge cuando eso se convierte en una obsesión las 24 horas del día y no descansamos ni nos permitimos 'no hacer nada'", comienza explicando la psicóloga Lara Ferreiro (autora del libre 'Adicta a un gilipollas')

Obsesionados con la productividad

Buenaventura del Charco, psicólogo sanitario y divulgador añade: "Vivimos en una sociedad obsesionada con la productividad. Hemos interiorizado la idea de que nuestro valor como individuos, y lo maravillosa que es nuestra vida depende de las cosas que hacemos. Se nos exhorta continuamente a 'vivir cada momento como si fuera el último', y a 'salir de la zona de confort', o 'ser nuestra mejor versión': la que más hace, la que más consigue..." 

La obsesión por la productividad genera frustración y ansiedad.
Anna Bizon

Y añade: "Este tipo de mensajes crean en las personas una profunda sensación de culpa si no está continuamente haciendo cosas, así como un miedo enorme a no ser suficientemente buenos y válidos. Desde ahí las personas pueden obsesionarse con no estar haciendo lo suficiente, y caer en una dependencia absoluta de sentirse productivos para sentirse bien".

"Esta circunstancia puede llegar a límites como los que se están observando en países como Corea del Sur o Japón, aún más obsesionados con la productividad y la búsqueda de la excelencia, donde se dan muchas muertes por agotamiento, algo que analiza el filosófo surocorenao Byung Chun Han en su libro 'La sociedad del Cansancio'". 

Antes, era el sistema el que nos explotaba. Sin embargo, ahora somos las personas las que nos autoexplotamos a nosotros mismos en aras de una supuesta autorrealización personal.

El sentido crítico, clave para luchar contra la cronopatía

Buenaventura del Charco considera que "es importante tener un buen sentido crítico con los mensajes y narrativas que nos 'venden' la autorrealización. Aprender a cuestionarlos y comprender que nuestro valor no debe depender de lo que hacemos, sino de lo que somos como individuos. Desarrollar una aceptación incondicional de nosotros mismos y aprender a cultivar el amor propio es fundamental".

Tener metas está bien, pero no deben convertirse en nuestra razón de vida.
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"Está bien tener objetivos y todos disfrutamos de fijarnos y cumplir metas, pero es peligroso poner nuestra valía personal y bienestar en ello. Sería lo mismo que hace una anoréxica con su peso: es una relación de dependencia, y eso nunca es bueno, por mucho que nos empuje a hacer y conseguir más cosas".

La cronopatía y esa sensación de frustración que provoca

Preguntado el psicólogo sanitario de Estar Contigo Terapia, Nacho Sanz Durán, sobre la cronopatía, nos explica que "esta necesidad obsesiva por estar continuamente haciendo cosas y obteniendo resultados genera ansiedad, sensación de falta de valía si no se hace lo suficiente, frustración cuando no se cumplen los planes... También puede llevar a descuidar otras áreas de nuestra vida como la pareja, la familia o a nosotros mismos".

Parar para hacer lo que nos guste, como escuchar música, es muy saludable.
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¿Alguna vez te has sentido mal por descansar? “Me siento mal por sentarme a leer o escuchar música. Hoy no puedo descansar, debería estar haciendo cosas productivas. Cada vez es más común escuchar este tipo de argumento", dice la psicóloga Lara Ferreiro. 

Y la especialista añade: "Sentirse mal por descansar es un grave error. Escucho a gente que dice 'Me siento mal si el fin de semana no tengo un plan'. ¿De dónde viene esta obsesión por aprovechar el tiempo? ¿Cuáles son los síntomas de esta 'enfermedad del tiempo'?"

¿Cuáles son los síntomas de la cronopatía?

La sensación de malestar que sienten las personas que sufren cronopatía cuando no consiguen cumplir las expectativas puede derivar en un estrés crónico. El querer tener todas las horas del día ocupadas y ser productivos todo el tiempo es imposible, y esto genera ansiedad y estrés acumulado que nos produce malestar físico y mental.

Mirar la agenda constantemente puede ser un signo de cronopatía.
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Entre los síntomas más comunes de la cronopatía están, según Lara Ferreiro, "ser adicto a tu agenda; evitar los 'tiempos muertos' buscando por todos los medios llenar la agenda de planes; vivir con prisa; sentir culpa o ansiedad si no estamos siendo provechosos; evitar descansar aunque estemos agotados; sufrir insomnio, fatiga y empezar a tener problemas de salud como la hipertensión".

Claves para solucionar la cronopatía

Nacho Sanz Durán, para revertir los efectos nocivos de la cronopatía, recomienda "tener momentos en los que parar para tomar consciencia sobre cómo nos sentimos y cómo estamos a nivel físico (cansancio, sueño...) además de chequear las distintas áreas de nuestra vida: familia, pareja, aficiones...".

Si paramos a escucharnos, puede que nuestro cuerpo 'hable'.
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Otro paso fundamental consiste en "escuchar a nuestro cuerpo: normalmente el cuerpo nos habla cuando lo llevamos al límite en forma de ansiedad, tristeza, desesperanza, estrés, hastío o cansancio profundo. También es bueno llevar un registro de las cosas que hacemos cada día para darnos cuenta de si estamos abarcando en exceso. Aprender y programar momentos de no producitvidad: una siesta, un paseo, o quedarse en casa sin hacer nada, muy saludable".

Lara Ferreiro añade, como consejo para combatir la cronopatía, "priorizar las tareas. Esto es el Método Eisenhower. Podemos dividir las tareas según este método en urgentes/importantes, no urgentes/importantes, urgentes/no importantes y no urgentes/no importantes. De esta forma, nuestra agenda estará organizada y no nos agobiaremos tanto a la hora de organizar nuestro tiempo".

Improvisar planes con amigos o familia nos ayudará a romper con la cronopatía.
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"Es bueno organizar los planes que tenemos, pero si sufrimos de esta obsesión, podemos intentar romper nuestra agenda de vez en cuando. Hacer planes improvisados con nuestra pareja o amigos nos pueden ayudar a ver que no siempre podemos tener el control de todo, y que muchas veces sale bien".

"Aprender a delegar las tareas; la meditación y el yoga para pararnos y reflexionar; dormir bien y establecer límites, aprender a decir 'no' a actividades que no podemos cumplir y fijarnos en lo que 'queremos hacer' y no sólo en lo que 'debemos hacer' serán excelentes ideas para combatir la cronopatía", concluye Ferreiro.

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