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La solución a los problemas de insomnio (y no es la automedicación)

Alteración del sueño
3AWW

En la actualidad muchas personas sufren de desvelos nocturnos e incluso pueden pasar noches en blanco durante tiempos prolongados e incluso años, acarreando grandes consecuencias de salud física y mental. A pesar de ello, es curioso que para remediarlo lo primero que se hace es recurrir a la automedicación con productos supuestamente naturales (melatonina, valeriana, pasiflora etc.) o a las recomendaciones de los amigos y vecinos.

Dr. Àlex Ferré Masó

  • Médico del sueño en Barcelona y pasa consulta en La Rotonda Consultas Médicas. Es miembro de Top Doctors.

Benzodiazepina

Pero también es cierto, que aquellos que finalmente deciden acudir a un médico este seguramente le recetará una benzodiazepina sin ahondar mucho en su problema de sueño y seguramente enmascarando temporalmente su problema de base. 

Al mismo tiempo, se genera un círculo vicioso entre dependencia y tolerancia a estas medicaciones que hace muy dificultosa su retirada haciendo muy difícil recuperar un sueño normal y fisiológico. Pero, además, esta manera de actuar hace que aumente de forma exponencial el consumo de medicación ansiolítica y del sueño, en muchas ocasiones de forma innecesaria, incrementando así el gasto sanitario y sin beneficios claros para el paciente.

Dormir poco y mal puede influir en varios aspectos, tanto a nivel físico como mental.
PIXABAY.

Enfoque de la medicina insostenible

Este enfoque actual de la medicina del insomnio es insostenible, ya que tanto la automedicación como la receta indiscriminada de fármacos, son situaciones erróneas para enfrentar el insomnio como tal. Una actitud indebida frente al insomnio, no solo no solventará el problema, sino que incluso puede favorecer su cronicidad y su empeoramiento a medio plazo, aumentando así la morbimortalidad de estos pacientes.

Si usted es de aquellas personas a las que todavía no le han resuelto el problema de sueño incluso con la toma indiscriminada de fármacos, creemos que este artículo le podría ayudar a encontrar una respuesta y una nueva perspectiva para el enfoque de su problema de insomnio.

¿Cómo se define el insomnio y cuáles son sus síntomas?

El insomnio es una queja muy habitual en los pacientes, y es cuando a pesar de dar la oportunidad para dormir, existe una dificultad para iniciar y/o mantener el sueño, consiguiendo menos de 6 horas de sueño total nocturno, durante 3 o más días a la semana. Esta manera de dormir, como es lógico acarreará obligatoriamente un malestar y repercusión al día siguiente como: sensación de cansancio, somnolencia, bajo rendimiento laboral/escolar, alteración de la memoria, de la concentración, trastorno del ánimo, trastorno de la conducta, irritabilidad, agresividad, apatía, pérdida de la líbido o disfunción sexual entre otros.

Tipos de insomnio

El insomnio, según su tiempo de aparición se divide, en insomnio agudo cuando dura menos de un mes y en insomnio crónico cuando este persiste más allá de los 3 meses.

¿Cómo sé si tengo un sueño saludable?

Muchas veces no sabemos lo que tenemos que esperar de nuestro sueño independientemente de la edad. Pero el sueño normal de una persona debería componerse de dormir sus horas necesarias, de forma regular, despertando cada día a la misma hora (incluso los fines de semana) casi sin la necesidad de despertador, teniendo un sueño continuo con 1-3 despertares entresueño, pero sin dificultad para volver a conciliar el sueño. Al despertar se ha de percibir la sensación de sueño reparador, sin sensación de somnolencia ni cansancio durante el día. Durante el día, en algunas personas es necesario realizar una siesta postprandial que no debería exceder de los 10-30 minutos y con sensación de ser reparadora.

Si en caso contrario, nota una sensación de sueño no reparador, sueño fragmentado con desvelos, la necesidad de alargar el sueño por las mañanas más de 2-3 horas en los periodos festivos, o incluso la necesidad de realizar siestas de más de 1 hora no reparadoras, o bien observa la presencia de ronquido, apneas, agitación motora y/o patadas durante el sueño, puede ser signo de que tengas un problema de sueño oculto, que deberías consultar con un especialista en medicina del sueño.

Riesgos de no tratar el insomnio

Con la “queja de insomnio” suele existir una tendencia a minimizar y/o menospreciarla, pero contrariamente, habría que darle la importancia y el interés que se merece, intentado realizar un esfuerzo a nivel médico para identificar su origen.

Remarcar, que, si no ponemos un remedio efectivo a nuestro insomnio, desembocará en un empeoramiento de la calidad de vida, y a medio y largo del tiempo, el insomnio se ha asociado con la aparición de enfermedades cardiovasculares, la fatiga crónica, la fibromialgia, el TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), el Alzheimer, la depresión, el aumento de ideación suicida e incluso se ha relacionado con un aumento de la mortalidad. Del mismo modo existen trabajos que relacionan el insomnio con accidentes de tráfico y/o laborales, del aumento de bajas laborales, de discapacidad y de la utilización de los recursos sanitarios, lo que consecuentemente genera un considerable aumento del gasto sanitario.

¿Es frecuente el insomnio en la población general?

La “queja de insomnio” tiene una prevalencia elevada en la población general, que se sitúa entre el 4 y el 48% de la población. Esta variabilidad en las cifras de prevalencia es debida al criterio que se haya utilizado para considerar el concepto de «insomnio». Los trabajos que únicamente hacen referencia a la calidad de sueño nocturno —sin valorar la repercusión diurna— encuentran prevalencias que rondan entre el 10 y el 48%. 

Sin embargo, aquellos que exigen que exista repercusión diurna y se ha descartado cualquier causa secundaria de insomnio, como marcan los criterios diagnósticos del trastorno de insomnio crónico, incluidos tanto en el DSM-IV-TR como en la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (ICSD-3), presentan una prevalencia del 4 al 6%.

Una joven con insomnio.
Pixabay

Del mismo modo, la “queja de insomnio” es el motivo de consulta más frecuente, dentro de los problemas de sueño, en una consulta de atención primaria. Se ha calculado que aproximadamente entre un 27 y un 55% ha relatado dicho problema durante la consulta médica. El hecho de que sea un motivo frecuente de consulta, hace que se disparen las prescripciones de fármacos desde atención primaria para tratarlo, pero sorprendentemente existe mucha evidencia científica, que indica que no se está haciendo de manera correcta.

De hecho, se ha descrito que solo el 22% los pacientes que refieren síntomas de insomnio en grado grave y que son tratados a nivel de atención primaria presentan una mejoría significativa, y del resto, casi la mitad de los pacientes —el 44% de los pacientes— refieren no mejorar o incluso presentar un empeoramiento de los síntomas.

¿Qué puede causar estos desvelos nocturnos?

Este apartado es el más importante y quid de la cuestión, ya que la “queja de insomnio” antes de llegar al diagnóstico de trastorno de insomnio crónico, puede ser el resultado de muchos otros factores que generen un insomnio secundario, ya sean enfermedades médicas, psiquiátricas, medicamentos o incluso algún otro trastorno del sueño primario (ronquido, apneas del sueño, piernas inquietas, movimientos periódicos de las piernas, retraso o avance de fase, jet-lag, algunas parasomnias etc.…).

Todo ello refuerza, que es muy importante realizar una buena historia clínica sobre el sueño para poder ir descartando cada una de las posibles causas de insomnio secundario. A partir de ahí el especialista decidirá si se considera o no necesario realizar alguna analítica, o estudio de sueño (polisomnografía y/o actigrafía) para identificar el diagnóstico preciso, lo que permitirá proporcionar el tratamiento causal específico.

Una persona tomando varios medicamentos, en una imagen de archivo.
FREEPIK

¿Qué tratamientos existen para el insomnio?

En las unidades de medicina del sueño, lo más importante sobre la “queja de insomnio” es realizar un buen diagnóstico diferencial sobre todas las posibles causas de un insomnio secundario, ya que, al determinar la causa del insomnio secundario, simplemente es aplicar el tratamiento específico de la causa, y de esta manera se conseguirá la curación completa del problema de sueño.

Un ejemplo de tratamiento del insomnio secundario es que, si está causado por una apnea del sueño, el tratamiento podría ser el CPAP, intervención quirúrgica y/o dispositivos de avance mandibular, mientras que si es causado por un retraso de fase el tratamiento sería con luminoterapia y melatonina. Del mismo modo, si está causado por unas piernas inquietas, entonces habría que valorar el tratamiento con hierro o agonistas dopaminérgicos y así sucesivamente con el resto de las diferentes patologías que generan insomnio secundario.

Una vez descartada cualquier causa de insomnio secundario, entonces ya podemos realizar el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de insomnio primarios.

El tratamiento de primera línea en el trastorno de insomnio primario agudo son las benzodiazepinas, que nunca deberán sobrepasar las 4 semanas de tratamiento. Mientras que el tratamiento del trastorno de insomnio primario crónico es la terapia cognitivo conductual (ver artículo terapia cognitivo conductual) que cura el insomnio en un 70 % de los pacientes y se consigue una mejoría significativa en el 90% de los pacientes.

La terapia cognitivo conductual es una terapia sin pastillas, que consiste en varias sesiones, donde se trabajan y combinan diferentes técnicas; pautas de sueño específicas para cada individuo, las medidas higiénicas del sueño, el control de estímulos, las terapias de relajación y/o de intención paradójica, todas ellas con el objetivo de poder volver a dormir con sueño fisiológico, sin pastillas y que perdure en el tiempo. Hay que matizar, que en esta terapia en ocasiones se deben utilizar algunos fármacos (no benzodiacepínicos) para mejorar la adaptación a la terapia, pero siempre con carácter temporal y que se retiraran completamente al final de la terapia.

Es por este motivo que ante una queja de insomnio hay que descartar obligatoriamente una causa secundaria de insomnio para tener éxito en el tratamiento y abandonar la idea de realizar en primera instancia tratamientos naturistas o con benzodiazepinas como primera elección.

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