Salud

Estas son las causas que explican que el riesgo de muerte tras un infarto sea mayor en las mujeres

Acudir a revisiones periódicas ayuda a prevenir el riesgo de infarto.
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Una misma enfermedad puede afectar de forma diferente en función del sexo. El infarto de miocardio se manifiesta mediante un riego sanguíneo insuficiente por obstrucción o estenosis (estrechez) de una arteria, pero las consecuencias son diferentes dependiendo de si el afectado es una mujer o un hombre.

En el año 2019, la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en España se situaba en el 9,8% de la población, siendo el número de mujeres (52,6%) levemente superior al de los hombres (47,4%). En 2021, la probabilidad de morir por causas cardiovasculares fue un 8% mayor que en 2019 y un 13% mayor que en 2020.

Sin embargo, el conocimiento de los signos y síntomas de enfermedades cardiovasculares es desigual entre hombres y mujeres: solo el 39% de las mujeres reconoce los síntomas del infarto, frente al 57% en hombres, señala la doctora Catheline Lauwers, jefa del servicio de Cardiología de Quirónsalud Valencia.

Solo el 39% de las mujeres reconoce los síntomas de enfermedades cardiovasculares

Además, el infarto de miocardio está incrementándose en las mujeres jóvenes y en mayores de 65 años. El riesgo de muerte en la mujer (18,7%) es el doble que el de los hombres (9,3%), debido a una menor utilización de la angioplastia primaria en la mujer, entre otras razones.

Si bien esta afección es más recurrente en las mujeres, varía en función de la patología cardiovascular concreta. El ictus es el tipo de enfermedad cardiovascular que causa mayor mortalidad femenina, mientras que el infarto de miocardio es la segunda con mayor prevalencia, indica la experta de Quirónsalud.

¿Por qué se produce?

Lo que coloquialmente llamamos infarto es en realidad necrosis o muerte de las células de un órgano (o parte de él). Se produce un infarto agudo de miocardio cuando las arterias coronarias se estrechan, de forma que el oxígeno no llega al miocardio, mueren las células del tejido porque no reciben sangre y estas células no se puedan contraer, por lo que el corazón se hace más débil.

Entre los factores de riesgo que pueden ocasionar la obstrucción de las arterias coronarias se encuentran la hipertensión, el colesterol alto, el consumo de tabaco, la obesidad, el sedentarismo y la edad avanzada, según la cardióloga de Quirónsalud. 

La hipertensión, el colesterol alto y el consumo de tabaco son algunos de los factores de riesgo

Los síntomas del infarto varían según el caso y en la mayoría de las ocasiones no se presentan todos, sino una combinación variable de algunos. El más recurrente es un dolor intenso en la zona del esternón, que no se alivia con movimientos y que se irradia hacia la mandíbula, el cuello y la espalda, el brazo izquierdo e, incluso, el derecho. Además de estos dolores, pueden producirse sudores fríos y mareos.

En cambio, otras veces el dolor se manifiesta en la parte alta del abdomen y va acompañado de dificultad para respirar, pérdida de conocimiento y vómitos, síntomas compartidos con otras afecciones, lo que puede retrasar el diagnóstico.

En el caso específico de las mujeres, los síntomas son diferentes y principalmente se manifiesta con disnea o dificultad para respirar, lo que en ocasiones puede generar confusión y llegar a impedir que se diagnostique con rapidez.

Consecuencias y recuperación

La cardiopatía isquémica aguda o infarto es cada vez más frecuente entre los jóvenes. El colesterol elevado es una de las principales causas de los ataques al corazón en menores de 45 años. Por ello, todos los grupos de edad deben atender a los síntomas de los infartos agudos de miocardio.

Si es muy extenso, es posible sufrir de por vida insuficiencia cardiaca, siendo acompañada en ocasiones con congestión pulmonar. En el caso de que el infarto sea de pequeña extensión, se puede realizar vida normal controlando los factores de riesgo para evitar un nuevo infarto, explica Lauwers.

Dependiendo de la extensión del infarto se puede realizar vida normal

No obstante, sea cual sea la duración, las consecuencias de un infarto de miocardio pueden condicionar de por vida al paciente. Algunas personas pueden sufrir arritmias ventriculares o bloqueos del corazón y muerte súbita, lo que requiere control con un desfibrilador o marcapasos.

Si se presentan síntomas sugestivos de infarto, se debe acudir al hospital más cercano o contactar con los sistemas de emergencia a través del 112, que activarán el código infarto, esencial para un tratamiento satisfactorio.

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