Salud

Cómo detectar abscesos en niños: causas, síntomas y tratamiento

Los niños pueden presentar abscesos en cualquier parte de su cuerpo.
tylim/iStock

Tanto adultos como niños pueden sufrir abscesos en cualquier parte de su cuerpo en algún momento de su vida. Según el diccionario de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), un absceso se definiría como una "acumulación de pus (...) que (...) se forma a partir de un foco único o de varios pequeños (microabscesos) confluentes y que suelen tener una causa bacteriana (...)".

Pero, los abscesos en niños pueden ser frecuentes debido a que es más probable que se toquen una herida con las manos sucias y que no sean capaces de mantenerla limpia. Cuando esto ocurre, la herida puede verse afectada por hongos, bacterias u otros gérmenes que entrarán en ella y la infectarán provocando un absceso. Esto puede ocurrir en piel y boca.

Es cierto que existen otro tipo de abscesos como pueden ser los renales. Estos no están provocados por una herida que no se limpia y se cuida adecuadamente, sino por infecciones de orina que terminan en un absceso. No obstante, según el artículo Absceso renal en pediatría: reporte de 2 casos, los abscesos renales no son frecuente y es por esto por lo que nos centraremos en los anteriores. 

¿Qué síntomas deben ponernos en alerta?

Detectar los abscesos en niños es relativamente sencillo. Tan solo hay que prestar atención a la herida o al corte que tenían para saber si hay una infección o no. En el caso de que haya un absceso, es probable que la piel circundante esté hinchada y dura, que presente un color muy rojo y esté caliente. Además, en el momento en el que se presiona esa herida, puede que salga pus. 

Es importante tener presente que los abscesos son muy dolorosos. Se trata de una infección bastante grave en la que el propio pus (de color blanco o amarillo) puede manifestar un olor desagradable. Si la infección no se resuelve y sigue evolucionando, van a aparecer la fiebre y los escalofríos. Cuando esto ocurre, los niños pueden sentirse más cansados de lo habitual. 

¿Cómo se pueden tratar los abscesos?

Cuando el médico detecta un absceso en niños, lo primero que les recetará serán antibióticos. Esta es la mejor manera de poder combatir la infección. Sin embargo, deberán combinarse con antiinflamatorios como el ibuprofeno. Con todo, el absceso deberá drenarse para que el pus salga y la herida pueda recuperarse lo antes posible. Tras esto, hay que mantener una estricta limpieza.

Pero, algo que hay que tener en cuenta, es que un absceso jamás se debe pinchar con una aguja o presionarlo como si fuera un grano. El dolor que sentirán los niños va a multiplicarse y, además, si se utiliza una aguja puede que las bacterias se diseminen más rápido. Lo mejor es usar una compresa tibia y esperar a que el absceso se drene solo. 

La limpieza y el cuidado de las heridas de los niños es la mejor forma de prevenir que se formen abscesos en cualquier parte de su cuerpo. Sin embargo, es cierto que esto, en ocasiones, es imposible de lograr. Los niños juegan con la tierra, se olvidan de lavarse las manos y puede que se toquen las heridas sin querer. Ante la presencia de un absceso es mejor acudir al médico cuanto antes

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