Salud

Cómo detectar los primeros síntomas de la depresión en personas mayores

Sentirse y estar solo puede favorecer la llegada de la depresión.
GTRESONLINE

La preocupación por la salud mental y emocional de nuestros mayores siempre ha estado presente, sin embargo, fue a raíz del confinamiento por el coronavirus cuando ha cobrado un gran protagonismo. La soledad obligada, la lejanía de los seres queridos, la dificultad para mantener el contacto y el miedo han podido generar depresión en personas mayores. Un trastorno que preocupa.

El proyecto Sumando calidad de vida a los años explica que "en España, un 20% de las personas mayores de 65 años declara niveles altos de soledad, un 25% de aislamiento social y 1 de cada 4 sufre depresión". A esto se le deben sumar los problemas de demencia y otros trastornos neuropsiquiátricos a los que hace referencia la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Señales de alerta de depresión en personas mayores

Ignorar los síntomas de la depresión cuando empiezan a aflorar es bastante común. A pesar de que la tristeza y la desesperanza se mantengan en el tiempo, ahora con el coronavirus podemos encontrar en él la justificación perfecta para lo que se está sintiendo. Sin embargo, buscar ayuda profesional es indispensable para que la calidad de vida de nuestros mayores no se vea afectada.

Sentirse deprimido o sin ganas de nada todos los días es una señal de alerta muy clara. No importa que haya momentos en los que esto no esté tan acentuado. La desgana que acompaña a este estado de ánimo afecta a todas las actividades. Desde hacer ejercicio, comer saludable, caminar un poco, ponerse en contacto con seres queridos, etc. Es una tristeza que no se va.

Otra forma en la que la depresión en personas mayores se manifiesta es con los problemas para dormir. Puede que pasen demasiado tiempo en cama o que les resulte imposible conciliar el sueño. A esto se le une la agitación que debería hacer sospechar que puede haber ansiedad, un problema que, a veces, acompaña a la depresión.

Pensar en la muerte no es normal

Los pensamientos en torno a la muerte, tanto pensar en ella como sentir miedo porque se aproxime el final, no deben tomarse como normales. Aunque las personas mayores puedan tener alguna enfermedad o se encuentren en una edad avanzada, estos pensamientos deberían hacernos sospechar de que puede haber un problema de depresión que convendría tratar ya.

Si además de todo lo anterior existen pensamientos suicidas, el diagnóstico está casi claro. No obstante, no todas las personas mayores van a manifestar los mismos síntomas y en algunas pueden ser extremadamente sutiles. Sensación de fatiga, falta de energía, problemas para concentrarse, perder o ganar peso alimentándose de la misma manera... Todos son avisos que no hay que ignorar.

Es sencillo recomendar retomar el contacto con seres queridos y amigos, volver a hacer aquellas actividades aún sin demasiadas ganas o adoptar hábitos saludables. Pero la depresión muestra una realidad mucho más dura y devastadora donde familiares y amigos tienen un papel importante. 

Como indica el proyecto Sumando calidad de vida hay que organizar actividades integrales y multidimensionales, desarrollar intervenciones sobre la enfermedad crónica (si la hay) y el malestar emocional y fomentar la participación activa en actividades que promuevan el cuidado, la salud física y mental. La depresión en personas mayores es una prioridad y la detección temprana es fundamental.

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