Salud

Falsos mitos en torno a la lactancia materna

Un bebé siempre será el que decida con qué frecuencia le debes dar el pecho.
GTRESONLINE

En todas las culturas hay mitos y los relacionados con la lactancia materna todavía siguen presentes hoy en día. ¿Por qué es importante reconocerlos? Porque pueden interferir en la lactancia y suponer una barrera para iniciarla. La Asociación Española de Pediatría (AEPED) comparte algunos de estos mitos.

Mito: La lactancia deforma los pechos

Muchas madres deciden no apostar por la lactancia materna porque creen que sus pechos se deformarán. Sin embargo, esto no es así. A medida que una mujer envejece los pechos pierden firmeza. También, la subida de peso que se puede producir en el embarazo pueden provocar que estos cambien.

Pero, hay otros factores que pueden influir en esto como la cantidad de grasa corporal o, incluso, los factores genéticos. Por lo tanto, el miedo a que los pechos se deformen con la lactancia materna no es real. Pueden deformarse por muchos otros motivos, antes que por dar de mamar a un bebé.

Mito: Hay que darle de comer al bebé cada 3 horas

Este es otro mito muy extendido y es la creencia de que hay que organizar el horario de las tomas. Aunque haya personas que lo aconsejen, lo más recomendado es que el pecho se dé a demanda. No debe haber un horario fijo, tal y como explica la AEPED, será el bebé quien marque el ritmo.

Mito: En cada toma hay que vaciar ambos pechos

Otro mito es creer que el bebé debe vaciar ambos pechos. Incluso, algunas madres pueden cambiar de pecho cada cierto tiempo para que ambos se vayan vaciando de igual manera. Sin embargo, el consejo de los profesionales en lactancia materna es que siempre se empiece por un pecho hasta vaciarlo.

No pasa nada si el bebé se sacia con solo un pecho. En la próxima toma, la madre le puede dar el otro. Lo que se debe tener claro es que siempre se debe empezar por un pecho y hasta que este se vacíe por completo no pasar al otro. 

Mito: Al tener los pechos pequeños la cantidad de leche será menor

La cantidad de leche materna que produzcan los pechos de una madre nunca va a tener que ver con el tamaño, sino con el tejido glandular. Una mama pequeña puede tener más tejido glandular que una que sea más grande. Por lo tanto, esta es una preocupación que no se debe tener en cuenta.

Mito: El calostro no alimenta

Sorprende que todavía hoy en día este mito esté presente y es que el calostro tiene un gran valor, de hecho, a veces se le llama "oro líquido". Tal vez sea porque el líquido es denso, cremoso y tiene un color amarillento. Lo adecuado es que ninguna madre tire este oro líquido, pues tiene muchos beneficios.

Se trata del primer alimento para el recién nacido y contiene agua, proteínas, grasas y carbohidratos. Se considera el precursor de la leche materna y es ideal para el bebé en sus primeros días de vida. Es tan rico en nutrientes y está tan repleto de proteínas que no aprovecharlo sería desperdiciar un valioso alimento.

Existen muchos más mitos en torno a la lactancia materna, pero estos son algunos que todavía están presentes y que generan muchas dudas. Por eso, lo adecuado es siempre preguntarle al pediatra las dudas que puedan surgirles a las madres o acudir a fuentes oficiales como la AEPED para obtener información veraz, contrastada y libre de mitos.

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