Familia

Conoce las diferencias entre una bronquitis y un catarro para proteger a tus hijos

Una correcta hidratación es clave para que no sufran agotamiento.
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Las infecciones por virus respiratorios se convierten en una amenaza con la llegada del otoño, aumentando el riesgo conforme nos acercamos al invierno. Además, en el caso de los niños menores de tres años, la amenaza de sufrir un catarro o incluso una bronquitis es mayor que a otras edades. Por este motivo, conviene tomar todas las precauciones que estén en nuestra mano y conocer las diferencias entre una afección y otra.

“El catarro afecta a las vías respiratorias altas y las bronquitis a las vías respiratorias bajas”, detalla la Dra. María José Lirola, pediatra del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla. Pese a que los virus respiratorios son la causa de los catarros y de muchas de las bronquitis en niños, es primordial conocer las diferencias entre una enfermedad y otra, puesto que el grado de afectación es muy distinto.

Los síntomas iniciales son muy similares en las primeras fases de ambas afecciones. Los niños con catarro presentan una obstrucción en las vías respiratorias altas que les impide respirar con facilidad. En cambio, cuando un niño padece bronquitis, también muestra “inflamación y/u obstrucción de las vías respiratorias bajas”, lo que puede derivar en un “aumento de la frecuencia respiratoria, retracción costal y ruidos respiratorios”, indica la experta.

“La bronquitis suele producir aumento de la frecuencia respiratoria, retracción costal y ruidos respiratorios”

En el niño con infecciones respiratorias debemos vigilar de cerca que esté hidratado de forma adecuada, evitar ayunos prolongados “sin empeñarnos en que coma en grandes cantidades” y usar antitérmicos si tiene fiebre o malestar, con el objetivo de detectar un excesivo decaimiento y empeoramiento del estado general del niño.

Prevención y protección

La mayoría de los casos de bronquitis en niños son provocados por los mismos virus que producen el catarro. Lirola recomienda “insistir en el lavado de manos y en no llevar a los niños a las guarderías o colegios si tienen febrícula o fiebre”. Por otra parte, si el paciente tiene predisposición a padecer bronquitis, “sí podemos utilizar algunos fármacos para prevenir esta patología o reducir sus síntomas”.

Si se tiene predisposición a padecer bronquitis, podemos utilizar fármacos para su prevención o reducción de síntomas

María José Lirola

  • Pediatra del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla
Los niños son más susceptibles a sufrir bronquitis de etiología infecciosa durante los 2-3 primeros años de vida. En torno a los 6-7 años de edad la causa alérgica se hace más frecuente.

Grado de afectación

Por regla general, un niño no suele ser hospitalizado por un catarro, aunque si es menor de tres meses, presenta fiebre y disminuye notablemente su ingesta, sí se elevan las posibilidades de hospitalización. El caso de la bronquitis es diferente, puesto que la posibilidad de necesitar el ingreso en un centro hospitalario se incrementa.

Además de catarros y bronquitis, no debemos olvidarnos de la bronquiolitis. Se trata de una infección de vías respiratorias bajas que ocurre en menores de 2 años, predominantemente durante los meses de noviembre a marzo, provocada en la mayoría de las ocasiones por el virus respiratorio sincitial (VRS) y que da lugar a un número elevado de hospitalizaciones. 

“En los últimos años, se está avanzando mucho en la prevención de la infección por VRS con vacunas y con anticuerpos monoclonales”, apunta Lirola. En las próximas semanas se administrará en Andalucía un anticuerpo monoclonal contra el VRS a los niños menores de 6 meses y a aquellos con factores de riesgo de sufrir una bronquiolitis grave. Con esta medida se pretende proteger a aquellos niños más vulnerables, por edad y/o por presentar diferentes enfermedades que les hagan más susceptibles a padecer una más grave.

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