Familia

Por qué a las mujeres les crecen pelos en la barbilla cuando envejecen y cómo lidiar con ellos

Una mujer de mediana edad.
graur codrin

El cuerpo de las mujeres experimenta muchos cambios a lo largo de la vida, muchos más que el de los hombres. Uno de ellos es que, según van cumpliendo años después de la menopausia, puede aparecer vello en lugares en los que no había anteriormente, como el mentón y, especialmente en la zona de la barbilla. Aunque suele ser un proceso normal y no requiere más atención más allá de lo estético, hay que estar atentos, pues en algunos casos sí puede tener detrás un problema de salud.

Los cambios hormonales, detrás del vello facial

Que las mujeres no tengan un vello facial tan abundante ni grueso como el de los hombres es debido a las hormonas, por eso, tras la pubertad, debido a los andrógenos, en los adolescentes empieza a aparecer y a engrosarse el vello de varias zonas del cuerpo, especialmente el del rostro. Aunque en las mujeres, el vello también suele ser más abundante a partir de la pubertad -parece vello en las piernas, en la zona genital, las axilas…- no lo hace ni mucho menos en la misma proporción que el hombre, debido a que la cantidad de andrógenos en las mujeres es mucho menor. En cambio, aumenta la cantidad de estrógenos y progesterona, hormonas responsables del desarrollo sexual femenino.

A no ser que existan alguna patología o desequilibrio, las hormonas se mantienen más o menos constantes, pero según la mujer se va acercando a la menopausia y, sobre todo, una vez pasada esta, el equilibrio de hormonas en el cuerpo cambia y se pueden empezar a producir más andrógenos, las hormonas masculinas. Estas hormonas son las responsables, entre otras cosas, de engrosar el vello facial, por lo que, lo que, hasta ese momento, podría ser un vello muy fino -tipo pelusa- puede volverse más oscuro y grueso en determinadas zonas, como la barbilla, el mentón, el labio superior o las patillas. De hecho, según una investigación del British Journal of Dermatology de 2010, el 39% de las mujeres experimenta un crecimiento excesivo del vello del rostro en la postmenopausia. Se trata, por tanto, de algo completamente normal a lo que, salvo excepción, no hay que darle mayor importancia más allá de lo estético.

¿Cuándo hay que preocuparse por el vello facial?

Detrás de un vello excesivo en la mujer, conocido como hirsutismo, puede haber detrás algún problema hormonal más grave, como el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOPQ). Sin embargo, este síndrome es más propio de las mujeres en edad fértil y aparece desde la adolescencia y además va acompañado de otros síntomas, como ganancia de peso o acné. Cuando aparece un vello excesivo según la mujer va cumpliendo años, además del desequilibrio hormonal propio de la menopausia, puede haber detrás otros problemas de salud. Por ejemplo, puede ser síntoma de enfermedades como el Síndrome de Cushing, Hiperplasia suprarrenal, hipotiroidismo o incluso un efecto secundario de determinados fármacos, como de un uso prolongado de corticosteroides, que se emplean para tratar algunas enfermedades autoinmunes. Así, si vemos unos cuantos vellos de más en la barbilla, no debemos alarmarnos, pero si el crecimiento de este vello es más general, abundante, tiene lugar en más partes del cuerpo y se ha producido de manera rápida, es recomendable consultar con el médico.

Cómo lidiar con el vello facial

Si se trata simplemente de un vello aparecido por los cambios hormonales propios de la edad, solo nos queda lidiar con el vello a nivel estético. Por suerte, hay varias formas de hacerlo, desde las más clásicas, hasta las más sofisticadas y duraderas.

•Mecánicas. Si se trata de vello ‘salteado’, es decir, que solo son visibles algunos vellos oscuros sueltos, la mejor opción son las pinzas depilatorias de toda la vida, que nos librarán durante, al menos, un par de semanas, de los antiestéticos pelillos. Si la zona en al que hay vello visible es más extensa, siempre podemos recurrir a la cera -igual de duradera de las pinzas-, el hilo depilatorio o incluso a la maquinilla de afeitar o la crema depilatoria. No son métodos tan duraderos, pero, al contrario de lo que se cree, tampoco, hace que el vello sea más grueso.

•Electrólisis. La electrólisis es un método que tiene bastantes décadas de antigüedad y que consiste en insertar una jeringa en el folículo y dañar la raíz con una corriente eléctrica. Es ideal para el vello salteado, como puede ser el que aparece en la barbilla y, aunque se requieren de dos o tres sesiones para eliminar el vello por completo, es una solución definitiva.

•Depilación láser o fotodepilación. Muy usados en las últimas décadas, estos métodos también son bastante definitivos, pero no funcionan igual de bien en todas las pieles y pueden tener contraindicaciones. 

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