Salud

Fumar en tiempos de COVID: ¿Más riesgo de enfermedad grave, pero menos probabilidad de contagiarse?

El humo del tabaco podría reducir la probabilidad de contagiarse de coronavirus.
20M EP

En el más de año y medio que la pandemia de COVID-19 lleva azotando el planeta, médicos e investigadores no han escatimado esfuerzos para encontrar una vacuna que impida el desarrollo de la enfermedad y un tratamiento que la cure. Ahora, en este afán por luchar contra el nuevo coronavirus, un estudio ha realizado un sorprendente descubrimiento: el humo de los cigarrillos podría reducir la capacidad del SARS-CoV-2 de entrar en las células y, por tanto, de provocar una infección en un individuo.

El hallazgo de estos científicos de la Universidad de Hiroshima, publicado en la revista Scientific Reportsresulta "paradójico", ya que el tabaquismo está asociado a un incremento de la severidad de la COVID. Hasta la fecha, la relación entre el coronavirus y los cigarrillos es compleja, puesto que también hay informes que apuntan a la existencia de un número más bajo de casos de la enfermedad entre las personas que fuman que entre quienes no lo hacen, recuerdan los investigadores en un comunicado.

Este comportamiento del humo del tabaco, además, ha inspirado a los autores a probar contra el coronavirus algunos medicamentos comunes, y han encontrado que provocan en las células una reacción similar. "Algo extraño estaba sucediendo. El mecanismo que hemos descubierto merece ser investigado más a fondo como posible herramienta para combatir las infecciones por SARS-CoV-2", apunta el líder del trabajo, Keiji Tanimoto.

En su estudio, los autores partieron de la base de que los cigarrillos, mediante una sustancia que contienen, pueden provocar la activación de una proteína conocida como receptores de hidrocarburos de arilo (AHR) y estudiaron su relación con otra proteína, la ACE2, que facilita la entrada del SARS-CoV-2 en las células.

Para sus experimentos, utilizaron células de la cavidad oral, de los pulmones y del hígado que tenían altos niveles de ACE2 y las expusieron al extracto del humo del tabaco durante 24 horas. ¿Qué encontraron? Los autores vieron cómo, en los dos últimos casos, se inhibía la producción de ACE2 y, por consiguiente, se reducía la probabilidad de una infección por SARS-CoV-2.

¿Qué pasaba? Los AHR regulan la expresión de un gen, el CYP1A1, que aumenta con el humo del tabaco. "Cuanto mayor es la actividad de este gen, menor es la producción de ACE2", señala el informe.

Asimismo, comprobaron que, al incrementar la cantidad de extracto de humo de tabaco aplicada, mayor era la disminución de los niveles de la proteína ACE2; es decir, existía una dependencia de la dosis.

Sin embargo, el trabajo de los científicos de la Universidad de Hiroshima no acabó aquí, sino que decidieron analizar el efecto sobre las células de dos sustancias: el carbazol, un derivado del triptófano, y el omeprazol, un medicamento muy extendido empleado para el reflujo y para las úlceras pépticas.

Carbazol y Omeprazol

Aunque para los profanos nada tiene que ver el humo de los cigarrillos con el omeprazol o el carbazol, la reacción que estos fármacos provocaron en las células fue similar. Así, la aplicación de ambos ocasionó en el hígado la activación de los AHR, una mayor expresión del gen CYP1A1 y la disminución de los niveles de ACE2

De este modo, los investigadores constataron que estas sustancias también disminuyen la probabilidad de que el SARS-CoV-2 entre en las células y se produzca una infección. 

Además, de la misma manera que ocurría con el humo del tabaco, detectaron que existía una relación la dosis utilizada de estas sustancias y la reducción en los niveles de ACE2.

En base a estos hallazgos en el laboratorio, el equipo ha comenzado los ensayos preclínicos y clínicos con el carbazol y el omeprazol como una nueva terapía contra la COVID.

Casos más graves entre fumadores

En el más de año y medio transcurrido desde el inicio de la pandemia, la relación entre tabaquismo y coronavirus ha representado una línea de investigación fundamental para los científicos. Aunque hay estudios contradictorios sobre si el riesgo de contagiarse de SARS-CoV-2 de los fumadores está por encima o por debajo de quien no consume cigarrillos, sí existe mayor evidencia de que los primeros desarrollan la COVID-19 de manera más grave.

Así lo refleja un trabajo liderado por la médico china Zhang Huimei, consistente en la revisión de 109 artículos científicos con 517.020 pacientes involucrados. Este estudio concluye que la probabilidad de los fumadores de desarrollar una COVID grave es 1,55 veces la de quienes no consumen tabaco. 

Para quienes fuman o lo han hecho en el pasado, también aumenta el riesgo de ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos (que se multiplica por 1,73) y de morir por COVID (por 1,58).

En la misma línea, una investigación de la Universidad Ben-Gurion del Negev (Israel) descubrió que la toxicidad del humo del cigarrillo afecta a la biopelícula protectora en los pulmones, lo que también puede provocar graves problemas respiratorios cuando se combina con la COVID-19.

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