Cómo identificar los síntomas del síndrome de Tourette: causas y tratamiento de la enfermedad

El síndrome de Tourette es una patología del sistema nervioso que origina que las personas tengan lo que conocemos como 'tics' nerviosos en determinadas zonas del cuerpo. Como detallan en la Tourette Association of America, este trastorno se suele manifestar primero en la infancia o adolescencia, antes de cumplir los 18 años, y se caracteriza por "muchos 'tics' motores y fónicos que perduran durante más de un año".

Sin embargo, se desconoce la causa concreta que origina este síndrome, para el que tampoco hay una cura o tratamiento definitivo. "Es un trastorno complejo que, probablemente, se desencadena a causa de una combinación de factores heredados y ambientales", explican los especialistas de la Clínica Mayo al respecto. Asimismo, "las sustancias químicas en el cerebro que transmiten impulsos nerviosos, como la dopamina y la serotonina, pueden estar involucradas", añaden.

¿Cuáles son los primeros signos de alerta?

En cuanto a su manifestación, los primeros signos de alerta son los movimientos involuntarios que ocurren en la cara, en los brazos o en el tronco. "Estos tics son frecuentes, repetitivos y rápidos", destacan desde la asociación. En este sentido, el primer síntoma suele ser el tic facial, como el parpadeo, las muecas o la contracción de la nariz.

Estos tics se pueden clasificar en simples o complejos. Los simples son "breves y repetitivos e implican un número limitado de grupos musculares", aclaran en la Clínica Mayo. Los complejos hacen referencia a "patrones de movimientos diferentes y coordinados involucran varios grupos musculares". Por tanto, los síntomas pueden variar de una persona a otra, ser leves o graves. 

¿Cuáles son los 'tics' más comunes?

Algunos de estos 'tics' simples pueden ser los siguientes: 

Por otro lado, los 'tics' más complejos serían:

Los 'tics' no son solo físicos, ya que también pueden producirse 'tics' vocales que incluyan "gruñidos, carraspeos, gritos o ladridos", indican en la asociación. Una de las manifestaciones de este síndrome es la coprolalia, esto es, "el uso involuntario de palabras obscenas o de palabras y frases inapropiadas en el contexto social". La copropaxia, por su parte, hace referencia a los gestos obscenos.

¿Cuál es el tratamiento?

El síndrome de Tourette no tiene cura y el tratamiento se basa en controlar los 'tics' para que no repercutan en la rutina diaria y en las actividades del paciente en el caso de que sean graves. De hecho, la mayoría de personas que padece esta afección u otro tipo de trastornos de 'tics' nerviosos pueden llevar una vida normal, a nivel social y profesional. 

"Una meta es educar a los pacientes y al público acerca de las muchas facetas de los trastornos de tics. El aumento de la comprensión y de la tolerancia del público a los síntomas son de vital importancia para quienes los sufren", explican desde la asociación.

Los profesionales sanitarios pueden considerar el tratamiento con determinados fármacos para controlar los 'tics', como con medicamentos que bloquean o disminuyen la dopamina, antidepresivos, anticonvulsivos o destinados al déficit de atención con hiperactividad. La terapia psicológica puede ser fundamental para que el síndrome afecte lo mínimo posible a la salud mental y emocional