Medicina

El trastorno bipolar: síntomas, tipos y tratamiento

Trastorno bipolar.
ISTOCK/Sharon Dominick

El trastorno bipolar es una enfermedad crónica y recurrente al que antes le decían "depresión maníaca". El paciente vive en una especie de montaña rusa, que le lleva de la depresión a la exaltación y vuelta. Esta patología causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).

De un lado, al deprimirse, la persona puede sentirse triste o desesperanzada. Del otro, cuando su estado de ánimo cambia a manía o hipomanía, puede estar eufórica, llena de energía o irritable. Estos cambios en el estado de ánimo pueden ocurrir en raras ocasiones o muchas veces al año, explican en Clínica Mayo.

Los cambios en el estado de ánimo pueden ocurrir en raras ocasiones o muchas veces al año

Si bien el trastorno bipolar puede aparecer a cualquier edad, generalmente se diagnostica en la adolescencia o poco después de los 20 años. Los síntomas pueden variar de una persona a otra y pueden cambiar con el paso del tiempo.

¿Qué causa el trastorno bipolar?

En el origen del trastorno bipolar predomina el componente biológico. Según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), un modelo muy aceptado explica la enfermedad como resultado de la combinación de un componente genético con determinadas situaciones vitales adversas que actúan como desencadenantes.

Los efectos probablemente pequeños, aditivos e interactivos de muchos genes confieren una mayor vulnerabilidad personal que posibilita que determinadas situaciones como el estrés, los periodos de falta de horas de sueño o el consumo de drogas o sustancias estimulantes. Todo ello puede ocasionar un desequilibrio de sistemas neuroquímicos (serotonina, noradrenalina, dopamina, etc.) y probablemente hormonal que a su vez provocan los síntomas psíquicos y físicos de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno bipolar?

Hay distintos tipos de trastorno bipolar y de trastornos relacionados: manía o hipomanía y depresión. Según Clínica Mayo, los síntomas pueden causar cambios impredecibles en el estado de ánimo y el comportamiento, lo cual da como resultado un gran sufrimiento e importantes dificultades en la vida.

Trastorno bipolar I

La persona ha sufrido al menos un episodio maníaco que puede estar precedido o seguido de un episodio hipomaníaco o un episodio depresivo mayor. En algunos casos, la manía puede provocar una desconexión de la realidad (psicosis).

Trastorno bipolar II

Se ha sufrido, al menos, un episodio depresivo mayor y, como mínimo, un episodio hipomaníaco, pero nunca un episodio maníaco. El trastorno bipolar II no es una forma más leve del I, sino un diagnóstico diferente. Mientras que los episodios maníacos del trastorno bipolar I pueden ser graves y peligrosos, las personas que tienen trastorno bipolar II pueden estar deprimidas durante períodos más largos, lo cual puede causar un deterioro importante.

Trastorno ciclotímico

El paciente ha tenido durante al menos dos años —o un año en el caso de niños y adolescentes— muchos períodos con síntomas de hipomanía y períodos con síntomas depresivos (aunque menos graves que la depresión mayor).

Otros tipos

Estos comprenden, por ejemplo, el trastorno bipolar y los trastornos relacionados inducidos por ciertos medicamentos o bebidas alcohólicas, o debidos a una enfermedad, como la enfermedad de Cushing, la esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.

La euforia siempre viene seguida de un bajón emocional.
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¿Cuándo consultar al médico?

A pesar de los extremos anímicos, las personas que padecen trastorno bipolar a menudo no reconocen hasta qué punto su inestabilidad emocional altera su vida y la de sus seres queridos. Llegan a creer que vivir en esa montaña rusa de emociones es normal o como poco habitual para casi todos.

Conviene asumirlo: el trastorno bipolar es una afección de por vida

Además, algunas personas que tienen trastorno bipolar disfrutan de la sensación de euforia y de los ciclos de ser más productivo. Sin embargo, la euforia siempre viene seguida de un bajón emocional que puede dejar al enfermo deprimido y/o exhausto.

Pero el trastorno bipolar no mejora solo. En uno y otro caso, de una u otra manera, el resultado de todo ello es que no reciben el tratamiento que necesitan.

¿Cuál es el tratamiento del trastorno bipolar?

Aunque en la actualidad el trastorno bipolar no tiene cura, pero —como recuerda la CUN— existen tratamientos específicos cuyo objetivo es controlar la enfermedad. Se puede conseguir mejorar y prevenir los episodios maníacos y depresivos y mejorar también la cronicidad, intentando que la evolución a largo plazo sea lo mejor posible.

El tratamiento del trastorno bipolar está dirigido a controlar los síntomas

El tratamiento se basará en el uso de fármacos, psicoeducación y psicoterapia en la que se ayuda al paciente a conocer aspectos de la forma de trastorno bipolar que presenta y cómo le afecta a cada persona en concreto. Unas medidas de estilo de vida saludable (regularidad en el horario, cuidar las horas de sueño, evitar el consumo de drogas, realizar ejercicio físico, etc.) ayudan a prevenir y controlar la sintomatología.

Conviene asumirlo: el trastorno bipolar es una afección de por vida. Por eso, como señalan los expertos de Clínica Mayo, el tratamiento está dirigido a controlar los síntomas. 

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