Medicina

Porosidad capilar: qué es y cómo afecta a la calidad de nuestro pelo

Una mujer se cepilla el pelo.
Cortesía.

¿Qué es la porosidad capilar y cómo afecta esta condición a nuestro pelo? La porosidad del cabello es la capacidad que éste tiene para absorber y retener la humedad y otras sustancias en su interior. Principalmente, la mayor o menor porosidad del pelo se encuentra determinada por el estado de la cutícula, la capa exterior de cada fibra capilar, así como de su nivel de apertura, ya que, debido a la flexibilidad que presenta, puede llegar a abrirse para permitir que los aceites y el agua entren y salgan del pelo.

“El aspecto del cabello dependerá de la disposición de las escamas de la cutícula, pero también de otros agentes externos, como determinados productos para el pelo, procesos como los tintes y permanentes o el uso de planchas y secadores. Esta capa, al tratarse de la parte externa del pelo, se encuentra más expuesta el daño del sol, a la utilización de herramientas de calor o a los factores climatológicos que otras partes del cabello como el córtex, la capa del medio que aporta forma, elasticidad y se compone de melanina que da color al pelo, o la médula, que es el núcleo de la fibra capilar”, explican los expertos de la clínica Hospital Capilar.

Pero no solo la cutícula determina el grado de porosidad del cabello. Otros factores que pueden influir en ella son: la herencia genética, la acción de tratamientos químicos agresivos como mechas, tintes, alisados, permanentes o sulfatos muy fuertes, los daños medioambientales derivados del cloro, el sol, el viento o climas muy secos, el uso excesivo de determinadas herramientas de calor, los productos capilares que se utilizan o las rutinas diarias de cuidado del pelo, como lavar el cabello con demasiada frecuencia.

¿Qué necesidades tiene cada cabello dependiendo de su nivel de porosidad? Una melena de porosidad baja se caracteriza por tener una cutícula más cerrada y entrelazada, que hará más difícil la penetración del agua y la absorción de los productos capilares, aunque retendrá la humedad durante más tiempo una vez que se hidrate. “En los cabellos de porosidad baja, las hebras repelen el agua al tener las capas de la cutícula más unidas, siendo pelos, en consecuencia, que pueden tardar en mojarse por completo y más propensos a la acumulación de grasa o suciedad”, explican desde Hospital Capilar.

Por su parte, los cabellos de porosidad alta, al no lograr una correcta hidratación, se identifican por absorber la humedad a la vez que la pierden con la misma rapidez “lo que hará que el pelo sea más propenso a la sequedad, al encrespamiento y a enredarse con más facilidad”.

Por último, el pelo más fácil de cuidar será aquel que contenga un nivel de porosidad medio, por tener una disposición de las cutículas más flexible que permitirá la entrada de la hidratación con facilidad y su permanencia dentro de la fibra capilar. “Se adaptarán a un mayor número de productos para el pelo y requerirán un menor mantenimiento, debido a que, en estos casos, las cutículas tienen una apertura justa que permitirá mantener la hidratación”.

¿Cómo tratar la porosidad capilar?

Según los expertos, la porosidad es un problema que afectará a más del 50% de la población en algún momento de su vida. Estas son las rutinas a seguir según el grado de porosidad del cabello:

Cabellos con baja porosidad

“Se deberá optar por aquellos elementos que produzcan un alto nivel de hidratación, usando productos ligeros, como el aceite de coco, de semilla de uvas o de almendras, así como mascarillas específicas, sin proteínas, aclarando la melena con agua caliente para ayudar a que la cutícula se abra y entre, así, toda la nutrición que estas melenas necesitan”.

Cabellos con alta porosidad

Se deberán utilizar tratamientos con proteínas para reparar las grietas que se producen por la pérdida de agua, como es el caso de productos con soja, queratina o arginina, haciendo especial hincapié en productos que hidraten y ayuden a fortalecer el pelo, así como elementos antifrizz para mejorar su textura, debido a la tendencia al encrespamiento que poseen este tipo de cabellos. Además, se recomienda enjuagar el pelo con agua fría, ya que este hábito contribuirá a cerrar la cutícula.

Cabellos de porosidad media

Son los más fáciles de cuidar. En estos casos será suficiente seguir una rutina básica que incluya, de manera quincenal o mensual, un tratamiento de hidratación profunda para cubrir las necesidades de este tipo de pelo y mantenerlo saludable; debiendo optar también por champús sin sulfatos que limpien el cabello sin resecarlo ni dañar las cutículas”, concluyen los expertos de Hospital Capilar.

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