Nutrición

Los tres alimentos que más ayudan a la microbiota según Boticaria García

Boticaria García

La microbiota ha ganado relevancia científica y social en los últimos años, cuando nos hemos dado cuenta de que la alojada en el intestino cumple funciones fundamentales en el bienestar general del organismo. Algo parecido ha ocurrido con el estómago y esa consideración acertada como segundo cerebro humano. En ambos la dieta es la clave para asegurar que todo funcione correctamente, y sobre ella aconsejan expertas como la farmacéutica y divulgadora Marián García, conocida como Boticaria García.

A día de hoy, no hay evidencia científica que sostenga que determinados alimentos puedan favorecer más o menos el buen funcionamiento de la microbiota intestinal. Sin embargo, analizando ciertas propiedades naturales de lácteos, frutos y semillas, Boticaria García apunta que su ingesta sí puede ser interesante para mantener sus funciones intactas.

En el intestino está una parte de los numerosos microorganismos que residen en nuestro cuerpo, junto a los presentes en el tracto gastrointestinal, el genitourinario, la cavidad oral, la nasofaringe, el tracto respiratorio o la piel. La intestinal es una de las comunidades más densamente pobladas.

Habitualmente olvidada hasta que se producen en ella desequilibrios que nos generan malestar, la microbiota intestinal se caracteriza porque cuenta con microorganismos que colonizan permanentemente el tracto gastrointestinal mientras que otros lo hace de forma variable y también transitoria.

Los lácteos fermentados: beneficios del yogur

A día de hoy, la asociación entre el consumo de yogur y la composición de la microbiota intestinal está poco explorada científicamente. Un estudio británico reciente ha asociado su consumo con cambios en el microbioma intestinal, incluido un aumento transitorio de especies contenidas en yogur (es decir, S. thermophilus y B. lactis). Su impacto en una menor incidencia de la diabetes tipo 2 y en la reducción del aumento de peso corporal se ha vinculado a los efectos de sus bacterias vivas.

Fibra de frutos: el aguacate

Como indican desde la Escuela de Salud Pública de Harvard, las fibras del aguacate actúan como prebióticos y se ha constatado que mejoran la diversidad de la microflora del colon. Así, digieren y descomponen las fibras en ácidos grasos de cadena corta, cuyo papel en la prevención de enfermedades crónicas se investiga de forma activa por la comunidad científica. Su rico contenido en carotenoides y grasas monoinsaturadas se asocian además a un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

Fibra de semillas: legumbres

En la línea del aguacate, las legumbres tienen un importante contenido de fibra, un manjar para las bacterias beneficiosas que pueblan la microbiota. Una microbiota equilibrada a través de la alimentación puede asegurar el correcto crecimiento corporal, el desarrollo de la inmunidad y la nutrición. 

Referencias

Icaza-Chávez, M.E. (2013). Microbiota intestinal en la salud y la enfermedad. Revista de Gastroenterología de México. Vol. 78. Núm. 4, 240-248. http://www.revistagastroenterologiamexico.org/es-microbiota-intestinal-salud-enfermedad-articulo-S0375090613001468

School of Public Health (2022, abril). Avocado. https://nutritionsource.hsph.harvard.edu/avocados/

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