Nutrición

El motivo por el que muchos niños se portan mal después de comer dulces

Un niño comiéndose una galleta de chocolate.
Getty Images

En España, muchos padres se enfrentan al desafío de lidiar con el mal comportamiento de sus hijos después de que estos consumen meriendas ricas en azúcar. La psicóloga infantil María Luisa Ferrerós, en su libro "Dime qué come y te diré cómo se porta" (Editorial Planeta), aborda este fenómeno y explica cómo el exceso de azúcar puede impactar tanto en la salud física como en la conducta de los niños.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta diaria recomendada de azúcar libre no debe superar los 25 gramos, equivalente a unos seis terrones de azúcar. Sin embargo, la encuesta Anibes realizada en España en 2017 reveló que la ingesta media diaria de azúcares totales es de 71,5 gramos, de los cuales 28,8 gramos son azúcares añadidos. Estas cifras son especialmente preocupantes en la población infantil, ya que superan ampliamente las recomendaciones de la OMS.

Ferrerós señala que "los cambios repentinos en el comportamiento de los niños tras consumir dulces, como berrinches o pataletas, suelen estar relacionados con una rápida disminución de la glucosa en sangre después de una subida brusca". Si un niño muestra conductas inusuales y difíciles de manejar, puede ser útil observar si estos episodios coinciden con momentos posteriores a la ingesta de alimentos azucarados.

Hipoglucemia y comportamiento

El mal comportamiento puede ser un síntoma de hipoglucemia, una caída brusca de los niveles de azúcar en sangre tras un consumo elevado de azúcar. Los síntomas incluyen irritabilidad, fatiga y cambios de humor repentinos. Antes de buscar otras causas, es crucial asegurarse de que el niño haya dormido bien, comido adecuadamente, realizado actividad física y no haya consumido en exceso alimentos dulces.

Estrategias para mejorar el comportamiento

Si el mal comportamiento persiste a pesar de mantener una buena rutina física y alimentaria, Ferrerós sugiere investigar posibles problemas emocionales, como conflictos escolares o baja autoestima. No obstante, regular la ingesta de azúcar sigue siendo fundamental para prevenir conductas impulsivas e impacientes. Las variaciones en los niveles de azúcar en sangre afectan la liberación de adrenalina, provocando estrés en el cerebro y alterando el rendimiento y la conducta infantil.

Alternativas saludables a la merienda dulce

Para evitar picos descontrolados de glucosa, es recomendable optar por meriendas más saludables. Ferrerós propone alternativas como un bocadillo de pan integral con tomate y aceite de oliva, acompañado de jamón, queso, tortilla o atún. Estas opciones no solo proporcionan energía de manera constante, sino que también evitan los problemas de comportamiento asociados con el consumo excesivo de azúcar.

Controlar la ingesta de azúcar es vital para la salud y el bienestar emocional de los niños. Comprender cómo el azúcar afecta a su cuerpo y mente ayuda a los padres a gestionar mejor los episodios de mal comportamiento y a fomentar hábitos alimenticios saludables. 

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Coordinador Jefe de Verticales '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo de Valencia. En mis más de 20 años de profesión, he trabajado en todas las secciones y todas me gustan: Local, Economía, Política, Deportes, Salud, Local, Tecnología, Viajes, Gastronomía, Motor, Sucesos...

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