Así es Krasukha-4: el enemigo de los aviones de espionaje que bloquea radares de vigilancia

La guerra en Ucrania lleva ya un mes en marcha y en este tiempo, el país ha recibido ayudas por parte de la OTAN e incluso se espera recibir pronto ayudas del sistema aéreo soviético. Pero si hay un fuerte en esta invasión, son los sistemas de guerra electrónica.

Lo último en este sentido ha sido Krasukha-4 que según ha informado The War Zone, se trata de una unidad de mando de los más avanzados que tienen Rusia. Concretamente, estos ‘contenedores’ que han sido capturados sirven tanto para llevar el puesto de mando como para llevar a cabo una  guerra electrónica mediante un sistema de radiación  a través de antenas.

Este sistema se diseñó en los años 90, después de que se acabase con la época de esplendor de la URSS y en los que Rusia comenzó a renovar algunas de sus armas como fue el caso de los escudos antiaéreos o de algunos de los misiles que se están utilizando en la actualidad para bombardear las ciudades.

Por aquel entonces, aunque no había la tecnología de la que disponemos actualmente, el espionaje vía satélite ya empezaba a tomar importancia con aparatos como radares en aviones o sensores que captaban imágenes de mucha calidad.

Fue precisamente para acabar con este tipo de tecnologías para lo que se creó Krasukha-4 que debido a una serie de complicaciones, no sería hasta 2011 cuando comenzó a estar operativo. Su principal tarea es interferir en las señales de los satélites y esto se consigue gracias a “la supresión electrónica de los sistemas de radar aéreos” como informaron algunos militares en a presentación de la misma.

Este aparato es capaz de dejar ciego a los sensores enemigos, bloquear y buscar radares de vigilancia y todo ello mediante la emisión de radiación electromagnética de sus antenas. 

El número de este tipo de aparatos que están en manos de Rusia es desconocido actualmente, pero lo que sí es una realidad, es que está dificultando mucho las labores de espionaje por parte de la OTAN que tiene desplegados en los países limítrofes.

Krasukha-4 es capaz de crear una cobertura de entre 150 y 300 kilómetros de diámetro y además, al ir siempre instalados en camiones todoterreno, normalmente suelen acompañar a los convoyes que trasladan el material militar con lo que consiguen crear un paraguas de guerra electrónica y ser uno de los grandes problemas para acabar con la invasión en Ucrania.

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