Actualidad

Los astronautas de Starliner siguen 'atrapados', aunque la NASA podría haber dado con el fallo de su nave

La nave espacial Starliner de Boeing acoplada al puerto delantero del módulo Harmony de la ISS.
NASA

La nave Starliner, desarrollada por Boeing en colaboración con la NASA, se lanzó con grandes expectativas para convertirse en un ‘taxi’ confiable hacia la Estación Espacial Internacional (ISS). Sin embargo, su primera misión está enfrentando varios contratiempos que están poniendo en duda su viabilidad y futuro en el competitivo ámbito de los vuelos espaciales comerciales.

Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, que llegaron a la ISS el 6 de junio para una estancia de una semana, han visto desde el primer momento cómo su vuelta a casa se retrasaba.

Este jueves, en una actualización del estado de la situación, la NASA y Boeing reconocían que todavía siguen sin fecha de vuelta para la tripulación de Starliner.

“El equipo integrado de Starliner continúa evaluando el rendimiento del sistema de propulsión de la nave espacial y completando otras tareas antes de programar su desacoplamiento de la Estación Espacial Internacional y su regreso a la Tierra”, afirma la NASA en un comunicado.

Starliner tuvo problemas con fugas de helio y cortes de propulsores en su camino a la ISS, de manera que Boeing y la NASA tienen que asegurarse de que es capaz de volver a casa sin contratiempos y sin que sea un peligro para la tripulación.

La nave podría permanecer en el espacio hasta 90 días mientras se intenta solucionar los problemas, un periodo mucho mayor al inicial que se le había concedido: la NASA ha extendido el límite de tiempo más allá de los 45 días diciendo que el rendimiento de la batería está funcionando mejor de lo esperado en órbita.

Esto significa que la nueva fecha límite de regreso de Starliner y sus astronautas es el 3 de septiembre. “No tenemos prisa por volver a casa”, dijo en su momento Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA.

Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams, en una imagen el pasado 13 de junio.
EFE

Pruebas de simulación en la Tierra

Los equipos de ingeniería de la NASA y Boeing han finalizado las simulaciones en la Tierra. Para intentar encontrar la causa de los problemas se han realizado pruebas de fuego en un propulsor similar al del sistema de control de reacción de Starliner.

Entre los ejercicios realizados, se encendió el motor en condiciones semejantes a las que experimentó la nave espacial durante su aproximación a la ISS. Las pruebas también incluyeron “varios escenarios de casos de estrés” para simular las “condiciones esperadas” durante el desacoplamiento de la Estación y la combustión de salida de órbita de Starliner.

El objetivo de esta prueba era comprender mejor por qué los propulsores de la nave espacial se apagaron inesperadamente y qué peligros -si los hay— están asociados con volver a encenderlos.

Ahora, en las instalaciones de pruebas de White Sands de la agencia en Nuevo México, se desmontará este propulsor para “realizar inspecciones físicas”.

“Los hallazgos iniciales muestran un rendimiento degradado del propulsor, que coincide con lo que se ha observado en órbita”, informa la NASA.

El propulsor de prueba MR-104J de Aerojet Rocketdyne, que había estado almacenado durante tres años antes de utilizarlo para las pruebas en tierra, experimentó una “grave degradación” en su sistema de válvulas debido al vapor de dióxido de nitrógeno y el flujo de propulsor se vio restringido “debido a un abultamiento en un sello”, dijo Stich.

Los ingenieros también encontraron teflón atascado en un filtro posterior, lo que sugiere erosión en un sello debido a “burbujas” a alta temperatura.

Es decir: el calor acumulado dentro de los propulsores puede estar causando que los sellos de teflón se abulten, restringiendo el flujo de combustible.

Stich ha comentado que es posible que el problema se pueda solucionar no con un cambio de diseño, sino modificando la forma en que se utilizan los propulsores en vuelo —por ejemplo, encendiéndolos con menos frecuencia—. “Se están llevando a cabo discusiones en los niveles más altos de la agencia”, destacó.

Una prueba de fuego en la Estación Espacial

El siguiente paso es que la NASA y Boeing van a realizar una segunda prueba de fuego en el muelle de la Estación Espacial Internacional durante el fin de semana para demostrar el rendimiento de los propulsores de la nave espacial Starliner. 

Starliner realizará la prueba de encendido de su sistema de control de reacción (RCS) de 28 propulsores el sábado o el domingo. Sin embargo, solo se utilizarán 27 de los propulsores del RCS, ya que uno de ellos se consideró inutilizable para el vuelo de regreso.

La primera prueba de fuego en el muelle se realizó el 15 de junio. La de este fin de semana “permitirá verificar las fugas de helio y, al mismo tiempo, verificar que los propulsores estén funcionando como se espera”, indica la NASA.

Recordamos que la nave ha sufrido también hasta cinco fugas de helio en los tanques de almacenamiento de helio que controlan los propulsores, pero según la información oficial estas no ponen en peligro el vuelo de regreso: en una conferencia de prensa el 18 de junio, los funcionarios reiteraron que Starliner necesita siete horas de helio para llegar a casa y tiene 70 horas a bordo. De hecho, en caso de emergencia en la ISS, la cápsula podría regresar a la Tierra.

La NASA tiene previsto “llevar a cabo una evaluación de preparación a nivel de agencia no antes de la semana que viene”, concluyen. Tras la evaluación, el equipo que lidera la misión “finalizará el plan para un regreso normal a la Tierra” y seleccionará una fecha de desacoplamiento prevista para Starliner.

En todo momento se ha comunicado que los astronautas de la agencia Wilmore y Williams se encuentran bien y que están llevando a cabo diferentes tareas en la Estación Espacial Internacional.

Los problemas de Starliner

Starliner es parte del programa de tripulación comercial de la NASA, diseñado para proporcionar transporte de astronautas a la ISS, similar al servicio ya ofrecido por las naves Dragon de SpaceX —en activo desde mayo de 2020—. La intención era diversificar y asegurar el acceso estadounidense a la órbita baja terrestre, reduciendo la dependencia de las naves rusas Soyuz.

Desde el principio, el programa ha sufrido problemas técnicos. Durante el primer vuelo de prueba sin tripulación en diciembre de 2019, Starliner no logró alcanzar la órbita correcta para acoplarse a la ISS debido a un error en el temporizador de la misión. Este fallo obligó a la nave a regresar a la Tierra sin completar su objetivo principal.

Posteriormente, durante un vuelo de prueba en mayo de 2022, surgieron problemas adicionales con las válvulas del sistema de propulsión, lo que llevó a aplazar el lanzamiento en múltiples ocasiones. Estos problemas técnicos subrayan los desafíos complejos en el desarrollo de naves espaciales tripuladas seguras y confiables.

Después, el lanzamiento de la nave tripulada se retrasó hasta 2023 porque se encontró cinta inflamable en el cableado de Starliner y los ingenieros descubrieron que los paracaídas podían llevar menos carga de la esperada.

La NASA, Boeing y United Launch Alliance (ULA) tuvieron que programar varios intentos de lanzamiento hasta que finalmente el cohete Atlas V despegó el 5 de junio de 2024 con la cápsula tripulada Starliner rumbo a la Estación Espacial Internacional.

Starliner voló a pesar de la fuga de helio en la nave que llevaba días dando que hablar, ya que los actores implicados confirmaron que sus expertos habían verificado que todos los sistemas, instalaciones y equipos que respaldan el vuelo de prueba estaban preparados para el viaje a la ISS.

La oportunidad de lanzamiento inmediatamente anterior —el 6 de mayo— se había cancelado debido a una válvula de alivio de oxígeno sospechosa en la segunda etapa Centaur del cohete Atlas V. Fue durante la evaluación de aquel problema cuando descubrieron la fuga de helio.

Durante el vuelo a la ISS se detectaron dos nuevas fugas. Al parecer, el equipo de la Tierra notificó del problema a los astronautas justo antes de que entraran en su periodo de sueño para que ellos mismos cerraran dichas válvulas.

A pesar de ello, la nave logró llegar a la Estación Espacial Internacional, aunque unos 80 minutos más tarde de la hora que estaba prevista. A las fugas de helio se sumaban ahora problemas con los propulsores.

Desde entonces, hace más de 50 días, los astronautas Wilmore y Williams permanecen en la ISS sin poder regresar.

Cuál es el objetivo de la nave espacial Starliner

Recordemos que el objetivo de esta misión es validar Starliner como sistema de transporte en todo su recorrido, desde la plataforma de lanzamiento hasta el funcionamiento del cohete y la nave espacial, incluidas sus capacidades operativas en órbita y su regreso tripulado a la Tierra.

Tanto Starliner como SpaceX han recibido miles de millones de dólares para desarrollar un transporte para astronautas a la Estación Espacial Internacional. Desde mayo de 2020, SpaceX ha enviado 11 tripulaciones a la ISS —ocho en nombre de la NASA y tres para Axiom Space—.

Actualmente, las misiones de SpaceX se encuentran en pausa debido a un problema con la segunda etapa del cohete Falcon 9 que se produjo durante el lanzamiento de una misión Starlink a principios de este mes.

loading...