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El pánico no cesa en China: otro cohete se estrella en una ciudad poblada por un "fallo estructural"

El cohete Tianlong-3.
Andrew Jones via X.com

China es uno de los países pioneros en lo que respecta la tecnología espacial pero, últimamente, sus cohetes están dando mucho de qué hablar. La semana pasada, el vehículo espacial CZ-2C se lanzó al espacio para poner en órbita el satélite franco-chino SVOM, sin embargo, minutos después del despegue, la primera etapa del cohete se separó de la segunda e inició un regreso inesperado a la Tierra que, finalmente, impactó en un monte situado cerca de la plataforma de lanzamiento.

Este vehículo espacial cayó en picado sobre la superficie terrestre y, aunque no hubo víctimas mortales, la población de Xichang (ciudad situada en el sur de China) tuvo que salir corriendo de la zona. Y, por si fuera poco el 'susto', el pasado domingo 30 de junio, un fallo estructural durante una prueba causó la caída de otro cohete en las afueras de la ciudad central china de Gongyi, sin que el incidente provocase víctimas mortales.

Dicho incidente tuvo lugar en un área de pruebas, cuando el cohete Tianlong-3 se elevó inesperadamente debido a un "fallo estructural en la conexión entre el cuerpo del cohete y la plataforma de prueba", según un comunicado publicado por la compañía Space Pioneer. Pero, ¿qué pasó exactamente? Tras el despegue, el sistema informático a bordo del vehículo espacial se apagó de forma automática, lo que provocó la caída y la desintegración del cohete en unas colinas a 1,5 kilómetros al suroeste de la plataforma de pruebas.

Ante este problema, Space Pioneer aseguró que las instalaciones de pruebas se encontraban "lejos de áreas residenciales" y que, en colaboración con el Gobierno local, "se tomaron medidas de seguridad y se organizó la evacuación de personas en las áreas circundantes" con anticipación. Asimismo, la compañía y las autoridades locales afirmaron que no hubo víctimas, pese a las grandes dimensiones de la explosión.

¿China tomará alguna medida de seguridad?

A diferencia de los vehículos espaciales que suelen amerizar sobre los océanos –como es el caso de la cápsula Orion de la NASA–, la regulación espacial de China permite que los cohetes y los propulsores aterricen cerca de zonas pobladas.

No obstante, ante estos dos incidentes que han puesto en peligro a la población del país, China quiere añadir rejillas aerodinámicas a los vehículos espaciales para guiarlos fuera de las ciudades. Además, quiere añadir paracaídas para evitar este tipo de situaciones 'caóticas' y preocupantes.

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