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Estamos a punto de iniciar la minería espacial: claves de la misión Psyche con destino a un asteroide multimillonario

Ilustración artística de cómo podría ser el asteroide Psyche 16.
NASA

¿Qué hay en lo más profundo de la Tierra? Según la ciencia, en el centro de nuestro planeta —y de otros cuya composición sea similar— hay un núcleo metálico rico en materiales altamente valiosos.

Pero a pesar de las ensoñaciones de Julio Verne, viajar al centro de la Tierra, muy por debajo de los mantos y cortezas rocosas, es una tarea imposible, al menos hoy en día

Así que los científicos tenían que buscar otra solución. Y la NASA la halló en 2015 cuando sentó las bases de la misión Psyche que este viernes arranca su fase espacial. Pero antes —y después— esta odisea ha tenido que superar muchas etapas.

Esta es la trayectoria prevista que llevará la nave Psyche.
NASA

¿Qué es la misión Psyche?

Tras formar al equipo de trabajo en 2015, el personal se puso a trabajar en una sonda espacial que tenía como objetivo llegar al asteroide Psyche 16. Se trata del decimosexto asteroide descubierto, fue encontrado en 1852 por el astrónomo italiano Annibale de Gasparis, quien lo nombró en honor a la diosa del alma en la mitología griega antigua.

Si Psyche fuera una esfera perfecta, tendría un diámetro de 226 kilómetros. Se estima que tiene una superficie de aproximada de 165.800 kilómetros cuadrados. Sigue una órbita en la parte exterior del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter —traducido en tiempo, a unos tres años y medio de la Tierra—, a una distancia promedio del Sol de 3 unidades astronómicas —nosotros orbitamos a 1 UA—.

Sin embargo, lo más interesante de esta roca no es su tamaño, sino su composición: la hipótesis es que es el núcleo de un planeta que, por colisiones con otros cuerpos, fue perdiendo su corteza exterior y quedando así expuesto.

Lo que le da al asteroide Psyche un gran interés científico es que probablemente sea rico en metales, esos mismos que probablemente tiene el núcleo de nuestra Tierra.

Los datos más recientes indican que el asteroide es posiblemente una mezcla de metal y silicato, el mismo material que se encuentra en el vidrio y la arena. El mejor análisis indica que Psyche probablemente esté hecho de una mezcla de roca y metal, y que el metal compone entre el 30% y el 60% de su volumen.

Lo más probable es que el asteroide haya sobrevivido a múltiples colisiones violentas de atropello y fuga, comunes cuando se estaba formando el sistema solar. Por lo tanto, Psyche podría decirnos cómo surgieron el núcleo de la Tierra y los núcleos de otros planetas terrestres”, explica el equipo de la NASA.

En Psyche, exploraremos, por primera vez, un mundo hecho no de roca ni de hielo, sino rico en metal.
Ilustración de la nave Psyche sobrevolando el asteroide.
Maxar/ASU/P. Rubin/NASA/JPL-Calt

¿Cuándo llegaremos?

Tras anunciar un nuevo retraso debido a “condiciones climáticas desfavorables”, la sonda Psyche se lanzará este viernes desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, y será impulsada fuera de la Tierra por un cohete Falcon Heavy de SpaceX. Una vez en el espacio, la nave espacial viajará mediante propulsión eléctrica solar (de bajo empuje).

La propulsión eléctrica solar utiliza electricidad de paneles solares para crear campos electromagnéticos para acelerar y expulsar átomos cargados (iones) de xenón para crear un empuje muy bajo con un uso muy eficiente del propulsor. Este será el primer uso de propulsores de efecto Hall más allá de la órbita lunar.

Después del lanzamiento, la sonda se separará del cohete de SpaceX para viajar más de 3.500 millones de kilómetros alrededor del sistema solar, volando alrededor de Marte en 2026 para obtener un impulso de gravedad en el camino a Psyche. El viaje es como ir a la Luna y volver 10.000 veces. Alcanzará el enigmático asteroide metálico en 2029.

Una vez llegue a su destino, la nave espacial permanecerá unos 26 meses orbitando el cuerpo celeste para tomar fotografías, trazar su superficie y recopilar datos para determinar su composición. La sonda, del tamaño de una camioneta pequeña, cuenta con un magnetómetro, un espectrómetro de rayos gamma y neutrones y un generador de imágenes multiespectral con el que se estudiará el asteroide Psyche.

Además, la misión Psyche también probará una nueva y sofisticada tecnología de comunicación láser, llamada Comunicación Óptica en el Espacio Profundo, que codifica datos en fotones para comunicarse entre una sonda en el espacio profundo y la Tierra.

Ilustración de Psyche 16, un asteroide metálico gigante de aproximadamente 165.800 kilómetros cuadrados descubierto en 1852.
NASA

¿Y por qué queremos llegar allí?

El objetivo principal es determinar si el asteroide Psyche es material central de un planetesimal —un objeto sólido que surge durante el proceso de acumulación de planetas—, qué edad tiene, si se formó de manera similar al núcleo de la Tierra y cómo es su superficie.

Todo esto nos podría ayudar a entender el origen de la Tierra y del Sistema Solar.

Pero existe otro motivo que tiene más que ver con nuestra supervivencia a largo plazo, y en esta ocasión no hablamos de eventos tipo Armageddon. La explotación de los recursos minerales del espacio para abastecer futuras colonias o incluso para traer a la Tierra elementos escasos es desde hace décadas un motivo recurrente en la literatura y el cine de ciencia ficción, pero todos los proyectos para construir naves con este fin habían sido hasta ahora meras conjeturas.

En los últimos años, tanto la NASA como empresas privadas han puesto esta posibilidad encima de la mesa, presentando proyectos y programas espaciales que podrían cambiar la situación.

Orbitando entre entre Marte y Júpiter, según los expertos, la masa de Psyche 16 corresponde entre un 30% y un 60% a elementos como el hierro y el níquel —o incluso el oro—. Con sus más de 200 kilómetros de diámetro, y teniendo en cuenta el porcentaje de elementos de los que estaría formado, los científicos calculan que hablamos de un asteroide que podría estar valorado en unos 10 quintillones de dólares —un quintillón es un millón de cuatrillones, que se expresa por la unidad seguida de 30 ceros—.

Recordamos que hay tres grandes tipos de asteroides en el cinturón entre Marte y Júpiter: los tipos rocosos con algo de metal (tipos S), los rocosos con arcillas y otros compuestos que contienen carbono (tipos C), y los que se cree que son altamente metálicos (tipos M). Aproximadamente el 8% de los asteroides en el cinturón principal son de tipo M, lo que los hace raros, intrigantes y, hasta ahora, inexplorados

Así que, pese a las conjeturas de los expertos, lo que Psyche aguarda es todavía un misterio. Y este viernes damos el primer paso del viaje para descubrirlo.

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