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Qué es el 5G 'avanzado', la tecnología que mejora diez veces lo que ofrece tu actual móvil

Llevamos cinco años hablando de despliegue de 5G en España, desde que Vodafone diera el pistoletazo de salida en 2019.
Pixabay

Desde hace unas semanas, a raíz del anuncio en el Mobile World Congress de los primeros lanzamientos comerciales para 2024, el término 5,5G ha comenzado a generar expectación. Este anuncio ha planteado un debate que cuestiona si se trata de un avance tecnológico tangible o de una elaborada estrategia de marketing. La realidad, al menos por ahora, parece decantarse por un punto intermedio. El 5,5G es todavía una tecnología en desarrollo.

Borja Otura

  • Experto en 5G en Axians

Las tecnologías móviles (2G, 3G, 4G) se clasifican por generaciones que se suceden aproximadamente cada diez años. Durante este periodo, los continuos avances entre generaciones se ordenan a través de releases (lanzamientos). El trabajo en estas actualizaciones lo organiza el 3GPP, unión formada por diferentes organismos de estandarización de tecnologías de telecomunicación. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), agencia de la ONU para la estandarización de las TIC, establece las expectativas para que una release candidata sea considerada 'conforme' con los requisitos de la siguiente generación.

Actualmente, se está trabajando en la release 18 o 5G Advanced, etiqueta oficial asignada a este próximo lanzamiento. No obstante, determinados suministradores han anunciado nuevas funcionalidades como 5,5G, con objetivo de promoción y diferenciación dentro del mercado, como paso adelante hacia 6G

Al margen de esto último, 5G Advanced promete traer avances relevantes más allá del usuario típico de redes móviles (teléfono móvil). Si bien es cierto que 5G ya puso el foco en casos de uso industriales, empresariales (B2B) o Internet of Things (IoT), la release 18 profundizará en este enfoque a través de mejoras, nuevos usos y ventajas.

Partiendo de este punto, se espera una mejora de un factor por diez en reducción de latencia, aumento de velocidad de banda ancha y capacidad de dispositivos conectados; específicamente en Banda Ancha móvil (lo que usamos a diario los usuarios de smartphone), Comunicaciones de baja latencia ultra fiables y las Comunicaciones de tipo máquina masivas, equiparable al IoT (una gran cantidad de dispositivos conectados).

Adicionalmente, los promotores de este avance han planteado tres nuevos casos de uso como paso intermedio hacia 6G. Poniendo el foco en las necesidades de los usuarios, las Comunicaciones de Banda Ancha focalizadas en enlace ascendente permitirán subir una gran cantidad de datos a la red. Situándonos en contexto, la infraestructura actual, orientada a la descarga de datos, no está preparada para soportar un elevado número de dispositivos enviando información a través de, por ejemplo, streamings de alta calidad u otros paquetes de información pesados, como datos en 3D.

En segundo lugar, la reducción de la latencia plantea revolucionar determinadas tecnologías, como la conducción autónoma. Se está apuntando a un nivel de conectividad donde los coches puedan comunicarse con la nube y entre ellos, permitiendo una coordinación más eficiente. De esta manera, todos los vehículos que vayan en la misma dirección pueden, por ejemplo, 'hablar' para organizar el tráfico y coordinarse; lo que requiere una interacción prácticamente en tiempo real para evitar accidentes. El nuevo caso de uso propuesto, Comunicaciones de banda ancha en tiempo real, va aún más allá, consiguiendo escalar la baja latencia, necesaria para casos de uso como la realidad extendida (XR), a múltiples usuarios, generando un alto tráfico de datos simultáneamente.

Finalmente, se concibe el uso de la red radio para mapear entornos físicos con lo que se conoce como Harmonized communications and sensing. Se han realizado demostraciones en las que, utilizando las ondas de radio, se escanea un espacio para adquirir información del entorno en el que está desplegada la red, posicionando personas, objetos y demás elementos.

Más allá de estas mejoras y aplicaciones, 5,5G trae ventajas especialmente relevantes en entornos industriales, como el posicionamiento de precisión, 5G-LAN e IoT Pasivo. Con 5G, la precisión de posicionamiento actual se sitúa a nivel de metros. En 5G Advanced se está trabajando para que sea de centímetros, esencial para el funcionamiento de, por ejemplo, máquinas y procesos que requieren una elevada precisión. Asimismo, 5G-LAN habilita el concepto de fábrica inalámbrica, permitiendo a dispositivos remotos comunicarse como si estuvieran conectados por cable de forma local. Uniendo esto con otras funcionalidades de sincronización, se podría sacar el cable de la planta de producción, habilitando el concepto de fábrica inalámbrica y ganando en dinamismo y flexibilidad.

Por otra parte, RedCap e IoT Pasivo proponen reducir las capacidades de los dispositivos a cambio de obtener mayor duración de la batería, o incluso que obtengan la alimentación que necesitan a través de otros métodos de captura de energía. Esta tecnología facilita el despliegue a gran escala y mantenimiento de los dispositivos que se plantee conectar a la red 5G.

Como apunte final, de cara a los casos de uso que se han planteado, cabe destacar que gran parte de estas tecnologías se nutren de la integración de mecanismos de inteligencia artificial dentro de la red, donde se está haciendo una gran inversión para la aplicación de algoritmos de IA como pieza clave en la transición hacia 6G, así como en la mejora de la eficiencia energética de estas redes.

En definitiva, el salto a 5,5G será sin duda cualitativo y permitirá responder a las necesidades de sus usuarios. No obstante, la verdadera gran pregunta es cuándo lo veremos llegar a España y Europa. 

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