Quién fue Alan Turing y por qué ha sido una figura clave para la inteligencia artificial

Es imposible hablar del origen de la inteligencia artificial (IA) sin hablar de Alan Turing, el matemático que demostró tener una profunda influencia sobre el campo de dicha tecnología al sentar las bases teóricas de la informática. Sin embargo, entre la larga lista de méritos que hoy se le reconocen, hay uno que es más cuestionable, ¿fue realmente el padre de la inteligencia artificial?

Si hacemos un repaso a su historia, en un artículo publicado en 1936 por la revista Proceedings of the London Mathematical Society, Turing imaginaba un 'ordenador' que pudiera resolver cualquier problema traducido a expresiones matemáticas para reducirlo a una cadena de operaciones lógicas con números binarios, en las que sólo cabían dos decisiones: verdadero o falso. 

Además, introdujo la famosa teoría de que una máquina podía imitar a cualquier otra máquina de forma autónoma para mejorar su propio código, teniendo en cuenta que el ordenador que conocemos hoy en día no es más que una versión evolucionada de dicha hipótesis.

Por esta conjetura se considera a Turing como el padre teórico del ordenador y el origen de la historia de la inteligencia artificial, sobre todo gracias a la adaptación de una competencia de estilo victoriano llamada 'el juego de imitación' que terminó recibiendo el nombre de 'el test de Turing' para determinar si una máquina era capaz de pensar como una persona.

¿En qué consiste 'el test de Turing'?

El test de Turing consiste en que un humano mantiene una conversación con un ordenador y otra persona, pero sin saber quién de los dos conversadores es realmente una máquina. Además, este experimento determina si la inteligencia artificial puede imitar las respuestas humanas, por lo tanto, el individuo hace preguntas tanto a la otra persona como al chatbot y si el interrogador no puede distinguir la diferencia entre lo humano y lo mecánico, se considera que el dispositivo está 'pensando'.

Por si no lo sabías, el test de Turing supuso el origen de la IA e implicó la ambición por crear una máquina que pensara como una persona –actualmente, ChatGPT, Bard o Bing Chat responden como auténticos humanos gracias a la base de datos con la que entrenan sus 'conocimientos'–.

"¿Pueden pensar las máquinas?"

Tras 'la prueba de Turing', en 1950, el matemático publicó el artículo 'Maquinaria de computación e inteligencia' en la revista Mind, en el que escribió: "Creo que aproximadamente en los próximos cincuenta años será posible programar ordenadores para que puedan desarrollar el juego de imitación tan bien que un interrogador medio no tendrá más del 70% de probabilidades de realizar la identificación correcta después de cinco minutos de preguntas".

"Sobre la cuestión inicial, '¿pueden pensar las máquinas?', creo que no posee el suficiente sentido como para que merezca discutirse. Sin embargo, pienso que al final del siglo el uso de palabras y de opiniones razonadas de tipo general se habrá modificado tanto que uno podrá hablar de máquinas que piensan sin esperar que le contradigan".

Por fortuna o desgracia, las máquinas que comentaba Turing en su artículo han llegado en forma de chatbots con IA, no obstante, cabe señalar que el matemático fue lo suficiente precavido para que podamos aceptar que las tecnologías existentes están a punto de poseer la inteligencia que él mismo mencionaba.

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