Inteligencia artificial

Sam Altman, CEO de OpenAI, responde a las preocupaciones de Musk y otros expertos sobre el avance de ChatGPT

Sam Altman se siente en "el ojo del huracán" tras la carta pública que piden la paralización de IAs avanzadas porque mencionan directamente ChatGPT.
TechCrunch en Flickr

Elon Musk fundó la empresa especializada en inteligencia artificial OpenAI en diciembre de 2015, junto a otros inversores, entre los que se encontraba Sam Altman, actual CEO de la firma. Antes, el dueño de Twitter formaba parte del equipo directivo, pero terminó desvinculándose en 2018 por posibles conflictos de intereses con Tesla, otra de sus marcas, según anunció OpenAI. 

Años más tarde, en febrero de 2023, reconoció que temía "haber hecho algunas cosas" para acelerar el avance rápido de la IA, ya que consideraba que podía ser "bastante peligrosa". Para demostrar su compromiso por un desarrollo de modelos como ChatGPT más lento y seguro, firmó hace unos días, junto a 1.100 expertos, una carta pública en la que pedía frenar la investigación temporalmente y dedicar seis meses a establecer protocolos de seguridad. 

Como respuesta a la firma de su excompañero de OpenAI y al resto de solicitantes, Altman aseguró por Twitter que estaba "muy tranquilo en el ojo del huracán". El máximo responsable de la compañía de IA no hizo referencia al conflicto de forma directa, pero estaba claro que el mensaje iba dirigido a ello.

Además de ese tuit, Altman fue más evidente al hablar de su posición con respecto a las preocupaciones por los posibles daños que la IA podía ocasionar. Según explicaba, hay tres elementos clave para hablar de herramientas de IA seguras para el futuro.

El primero consistía en que los desarrolladores de estas tecnologías debían tener la capacidad técnica de "alinear una superinteligencia". Es decir, los investigadores deben poder predecir todo lo que la herramienta va a hacer.

También señalaba que las empresas que lideraban los principales proyectos de IA actuales debían tener la "suficiente coordinación". Por último, coincidía con los firmantes en pedir "un marco regulatorio global efectivo que incluya la gobernabilidad democrática".

Los puntos que dicta Altman coinciden con las peticiones de la carta pública firmada por Musk y otros expertos en IA. Pero en el documento se lee que citan directamente a 'ChatGPT' como punto de mira de IAs que pueden salirse de control si no pausan su entrenamiento. Eso, sumado a las tensiones que tiene con Musk desde su salida de OpenAI, provoca que el CEO se sienta en el "ojo del huracán".  

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