Móviles y dispositivos

Proponen crear semáforos con una cuarta luz de color blanco: permitiría a los coches autónomos 'negociar' el pase entre ellos

Los coches autónomos podrían cederse los pasos en las intersecciones y evitar largas esperas innecesarias.
Joseph Chan vía Unsplash

Unos ingenieros de transporte de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han planteado la introducción de una cuarta luz de color blanca en los semáforos para que los vehículos autónomos ayuden a controlar el tráfico. Los investigadores han probado su propuesta en simulaciones computacionales y han demostrado que optimizaría los tiempos de viajes con intersecciones y mitigaría el consumo de combustible.

Según Ali Hajbabaie, autor principal del estudio y profesor asociado de la citada universidad, asegura que la llamada 'fase blanca' "aprovecha el poder de cómputo de los propios vehículos autónomos" para evitar tardar de más por las intersecciones. "Las luces rojas seguirán significando alto. Las luces verdes seguirán significando avanzar -apunta el investigador-. Y las luces blancas les dirán a los conductores humanos que simplemente sigan al automóvil que tienen delante".

Para su estudio, los ingenieros de la Universidad Estatal de Carolina del Norte se basaron en el hecho de que los vehículos autónomos pueden comunicarse de forma inalámbrica entre sí y con la tecnología que controla la señal de tráfico. De este modo, si varios vehículos de este tipo se aproximan a una intersección, se activaría la luz blanca y se coordinarían sus movimientos para desplazarse de forma más eficaz.

La luz blanca serviría para avisar a los coches conducidos por personas que sigan al vehículo de delante. De este modo, las personas deberían guiarse por la tecnología que tienen enfrente: si el vehículo se para, tendrían que pararse; si continúa recto, seguirían moviéndose.

Hajbabaie explica que la propuesta de otorgar parte del control del tráfico a la conducción autónoma no es algo que se le haya ocurrido a él, sino que ya existía, aunque es algo "relativamente nuevo". Se le conoce como paradigma de control móvil: "Se puede usar para coordinar el tráfico en cualquier escenario que involucre vehículos autónomos".

El ingeniero señala que en su estudio consideraron relevante la aplicación de una luz blanca en los semáforos para que los conductores humanos supiesen lo que pasaba y pudiesen actuar correctamente. Hajbabaie comenta que el color de la luz es indiferente y que la idea clave de su investigación es que es importante que haya una señal que las personas identifiquen.

El equipo de ingenieros probó el rendimiento del concepto de 'fase blanca' de computación distribuida con simuladores de tráfico microscópicos. Estos modelos computacionales complejos estaban pensados para simular el tráfico de la vida real, y los investigadores optaron por comparar el comportamiento del tráfico sin la luz blanca y con ella, y también el funcionamiento con más o menos vehículos autónomos.

Los resultados demostraron que, independientemente de la luz blanca, los vehículos autónomos ayudaban a mejorar el flujo del tráfico. En el caso de que hubiese dicha señal con un 10-30% de coches autónomos, los investigadores comprobaron que el flujo del tráfico era mejor y se reducía el consumo de combustible.

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