Tecnología

Análisis

Nuki Smartlock 3.0, la puerta hacia una casa conectada

Nuki está disponible en diferentes colores para que encaje mejor con cada tipo de puerta
Nuki

Nuki es uno de los ‘gadgets’ tecnológicos más revolucionarios de los últimos años. La idea es muy simple: un cilindro mecánico que abraza la llave de casa puesta en el bombín para abrir y cerrar la puerta. Solo hace falta conectar Nuki al móvil a través de una ‘app’ y la magia está hecha. 

El usuario puede abrir de forma remota con solo pulsar un botón desde cualquier lugar del mundo, programar la cerradura para que bloquee la puerta a una hora determinada, controlar todas las veces que la puerta se ha abierto –quién lo ha hecho y a qué hora–, hacer que se abra con solo acercarnos, repartir llaves virtuales a familiares y amigos, cancelarlas en cualquier momento o programar su duración... 

Las posibilidades son muchas y su utilidad crece con el paso del tiempo y el uso, conforme el usuario también va confiando en el sistema de apertura automático e inteligente.

Existen dos modelos de la tercera generación de esta cerradura. Aquí se analiza el Nuki Smart Lock 3.0 Pro, la más completa y también la más cara. Las principales diferencias entre el modelo básico y el Pro son que el primero va a pilas y por sí solo únicamente funciona a través de Bluetooth, es decir, cuando el usuario está cerca de la puerta; mientras que el modelo Pro tiene baterías recargables que duran hasta seis meses y llevan wifi integrado, por lo que permiten abrir y cerrar la puerta desde cualquier lugar con una conexión a internet.

Montaje y seguridad

Gracias a su sencillo funcionamiento, Nuki es compatible con casi cualquier bombín y llave del mercado y en su web existe un sencillo cuestionario para saber si nuestra cerradura en válida. Para montarla solo hay que adherir una placa negra de plástico a la cerradura –mediante tornillos o cinta de doble cara–, introducir la llave y colocar el Nuki sobre ella, abrazando la llave. 

El proceso de instalación se completa calibrando de forma automática las vueltas que tiene que dar la cerradura electrónica para abrir y cerrar la puerta. Una vez enlazada con la aplicación para móvil y conectada a internet  (en el caso del modelo Pro), Nuki está preparada para tomar el control del acceso al hogar.

Nuki que puede sujetar en la puerta mediante tornillos o cinta de doble cara.
Nuki

Es muy recomendable tener un bombín embragable para usar Nuki. Es decir, que la llave se pueda introducir por ambos lados y girar al mismo tiempo. Esto permite abrir y cerrar la puerta desde fuera de manera manual. En el caso de no contar con una de estas cerraduras, uno nuevo cuesta entre 30 y 40 euros.

Nuki es muy segura. Se instala en el interior, por lo que por fuera nada indica que tengamos una de estas cerraduras, así que es difícil que alguien intente ‘hackear’ algo que no sabe que está ahí. Por otro lado, la comunicación está cifrada de extremo a extremo, por lo que su pirateo es muy complejo. Esto no quiere decir que la puerta sea infranqueable. Un cerrajero podrá acceder a nuestra vivienda en segundos –como a cualquier otra– y, probablemente, un ladrón habilidoso, también.

La versión Pro de Nuki 3.0 incluye baterías recargables que duran meses. Cuando están cerca de agotarse la app avisa al usuario.
Nuki

Además de con el móvil, Nuki se puede abrir con un teclado numérico que cuesta 80 euros extra o con una llave inalámbrica –como el mando de un coche– que suma 40 euros a la cesta de la compra.

La versión más completa de Nuki cuesta 270 euros, integra el wifi y cuenta con baterías recargables. Existe un Nuki más asequible, solo con bluetooth y pilas que cuesta 150 euros.

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