Soundlink Flex: el mejor audio de Bose en todas partes (incluso en el agua)
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Existen altavoces inalámbricos Bluetooth por unas decenas de euros que cumplen perfectamente con su función, pero para los usuarios más exigentes y melómanos hay también dispositivos de gama alta como el Bose Soundlink Flex que, además de un sonido excepcional y potente, ofrecen funciones extras.
Fabricado en silicona, el Flex es resistente a los golpes y también al agua: flota en la piscina, pero se puede sumergir hasta un metro durante 30 minutos, sin miedo a que sufra daños. Cuenta además con una pequeña y resistente correa textil que le permite colgarse de una mochila para llevarlo a todas partes y poner música incluso mientras caminamos.
La calidad del sonido es muy buena, con potencia suficiente para llenar una habitación de tamaño medio de música y también es disfrutable en exteriores. Además, si el usuario quiere ampliar su potencia siempre puede comprar algún Flex más –o cualquier otro equipo Soundlink de Bose– para emparejarlos, y sumar su potencia, o para usarlos como un equipo estéreo.
Por otro lado, cuenta con una exclusiva tecnología que detecta la posición del altavoz para emitir el mejor sonido posible; algo que no se nota mucho, pero tal vez esa sea la clave: pongas como lo pongas suena igual de bien.
La batería dura unas 10 horas y se carga por USB-C, pero no se puede usar como batería externa como los Charge de JBL. La botonera, integrada en la parte superior del altavoz, permite controlar la reproducción y el volumen o activar el asistente de voz. El micro funciona bien en llamadas, pero no mejor que el de un teléfono en manos libres.