20 años de pequeña pantalla: en los tiempos más oscuros, la tele se hizo luz

  • Este diario nació casi a la par que ‘Gran Hermano’, el formato que cambió la televisión, como ‘20minutos’ la prensa. 
  • ESPECIAL: 20minutos, 20 años contigo.
Sala de control de 'Gran Hermano' ubicada en la misma casa de Guadalix de la Sierra donde se realiza el programa.
Sala de control de 'Gran Hermano' ubicada en la misma casa de Guadalix de la Sierra donde se realiza el programa.
Jorge París
Sala de control de 'Gran Hermano' ubicada en la misma casa de Guadalix de la Sierra donde se realiza el programa.

La televisión ha cambiado mucho en los últimos 20 años. Sus trucos se han modernizado, pero en la magia catódica el conejo que sale de la chistera sigue siendo el mismo: la emoción. La tele, en cualquier formato y soporte, sigue sacándonos una sonrisa, una lágrima... o una protesta airada. Nadie es ajeno a la televisión, porque la televisión no es ajena a nadie. ¿Qué significa esto? Ojalá lo supiera.

Me permitirán un poco de repelentismo egocéntrico: lo primero que escribí en 20minutos fue una columna sobre televisión el 21 de junio de 2006. El Pentágono se llamaba aquel espacio donde ponía a muchos formatos un poco a parir (‘un poco’ es un eufemismo). Mi historia con la tele acababa de nacer. Ha sido una cosa de amor y odio y de amigos con derecho a roce.

Pero dejemos de hablar de mí, por más que sea un tema interesante, y hablemos de la televisión. Apenas unos meses después de que este diario, que cambió la prensa en España, saliera a la calle, se estrenó en Telecinco Gran Hermano (23 de abril del 2000), el concurso que cambió la televisión. Recuerdo haberlo vivido con la inocencia de un querubín (aún tengo esa inocencia guardada en algún cajón).

La llegada de los realities fue un fenómeno social. La noche del día de su gran final, el 70,8% de las personas que veían la tele estaban viendo Gran Hermano: 9 millones de almas atentas a la vez a "la vida en directo", como se dio en llamar. Pocos meses después veíamos por primera vez Supervivientes y lo demás, es historia. Sólo un par de años más tarde Rosa López congregaría ante la final de Eurovisión a 14,3 millones de espectadores. Operación Triunfo (estrenado en octubre de 2001) también había sido un bombazo. La tele was living a celebration.

Esto de las audiencias millonarias nos lleva a un fenómeno que es propio de estos últimos 20 años de tele: la fragmentación de audiencias. La llegada de los nuevos canales y sobre todo, de la TDT, (el 30 de marzo de 2010 se produjo el apagón analógico) hizo que la audiencia tuviera más opciones y que se dispersara. Apenas hace unos años llegarían las plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime Vídeo, Movistar+, Flixolé o Pluto TV.

Los jóvenes que, por avatares del destino nacimos temprano, sabemos lo que era tener solo dos canales y después, cuatro. Y de repente pasamos a tener decenas de cadenas. Aún con eso, la tele sigue siendo la gran congregadora.

En estos 20 añitos han arrasado formatos como Cuéntame cómo pasó, Caiga quien caiga, Aquí hay tomate, El programa de AR, El Hormiguero, Sé lo que hicísteis, Sin tetas no hay paraíso, Sálvame, Al rojo vivo o Tu cara me suena... Sí, me dejo muchos, la lista es infinita, pero el espacio de este artículo, no.

Hay quien ve en Youtube o en Twitch, o en las plataformas bajo demanda, rivales para la televisión. No lo son. Son nuevos soportes donde ya se hace y donde se hará televisión, como tantos otros posibles.

Presente, futuro y covid-19

El presente de la televisión, que es más fugaz que ningún otro presente, está ahora marcado por el coronavirus, como tantas otras cosas. Sin embargo, la tele fue de los sectores que mejor y más rápido se adaptó y nunca nos faltaron la compañía y el entretenimiento. Dos cosas que se valoraron poco, hasta que, confinados, saturados y asustados, se convirtieron en algo vital para millones de personas. 

Tele-visión. Visión desde lejos. Eso nos lleva al más allá. No a la muerte, si no más allá en el tiempo. La televisión tiene un futuro brillante. Lo digo, yo, que soy un visionario (de pantallas, no del futuro). La televisión es un arte al que aún le quedan muchos años. Y que todos lo veamos.

ENTREVISTAS

"El futuro está en los eventos en directo"
Pablo Motos

pablo motos, presentador

  • "La tele sirve para descansar de nosotros mismos"

¿Qué aportó ‘El Hormiguero’ a la tele? Aportó frescura, originalidad, creatividad e innovación y una forma de mirar el mundo desde el optimismo.

En tele, ¿de dónde venimos? Te contestare con dos nombres propios, venimos de José María Iñigo que traía a España una versión de la televisión que se hacía en EEUU y sobre todo venimos de Chicho Ibáñez Serrador, que es el que con ideas propias nos abrió a todos la imaginación y nos enseñó que la televisión podía ser un lugar alucinante.

¿Y a dónde vamos? Siempre es imprudente hacer previsiones de futuro porque puede haber sorpresas, pero ya es un hecho que las plataformas han cambiado nuestra personalidad a la hora de ver la televisión. Supongo que las grandes cadenas vivirán de hacer grandes eventos que todo el mundo quiere ver a la vez y en directo, como partidos de futbol, informativos y grandes realities, y las plataformas lucharán por convertirse en nuestras favoritas.

¿Por qué nos gusta la tele? Porque sabes que si enciendes ese interruptor hay un montón de gente intentando llamar tu atención para que te quedes con ellos. La tele sirve para descansar de nosotros mismos y entretenerte viviendo las experiencias de otras personas sin sufrir las consecuencias.

"Nos gusta la tele porque nos hace compañía"
Jorge Javier Vázquez

Jorge Javier Vázquez, presentador 

  • "Me gustaría que a la tele la tratáramos con más cariño"

¿Qué aportó ‘Sálvame’ a la tele? El acompañamiento, una labor que quedó demostrada ya en su nacimiento, coincidiendo con la anterior crisis económica y en los últimos meses, durante el confinamiento. Sálvame ha servido y sirve para que la gente disponga de una ventana a través de la que poder tomar aire y evadirse.

En tele, ¿de dónde venimos? Venimos de una época en la que se ha cuestionado mucho la televisión generalista por parte de algunos sectores que vaticinaban que iba a ser devorada por las plataformas. Ha quedado una vez más demostrado que esto no solo no es así, sino que tiene mucha vida por delante.

¿Y a dónde vamos? No tengo la más ligera idea, la verdad. Pero me gustaría es que la viéramos y la tratáramos con más cariño. Recuerdo convivir ya en los años 70 con este aparato de una manera muy especial, a pesar de que solo había dos cadenas. Me gustaría que se pusiera más en valor su evolución, su capacidad de adaptación y la labor social que lleva a cabo.

¿Y a dónde vamos? Nos gusta la tele porque nos hace compañía y para mucha gente, no solo la que vive sola, es un elemento imprescindible en sus vidas. Siempre es un buen plan pasar tiempo ante la tele.

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