El grupo de Cayo Paloma se enfrentó al juego de recompensa durante la noche del martes en Supervivientes. Jonan Wiergo y Adara Molinero salieron victoriosos, aunque la alegría acabó cuando Laura Madrueño abrió la posibilidad de conseguir dos cerillas a cambio del premio.

El "juego de las camas inclinadas", como anunció Madrueño, consistía en tumbar a los concursantes en unas estructuras que se irían inclinando hasta dejar a los Supervivientes en perpendicular, teniendo que aguantar el peso de su cuerpo el máximo tiempo posible.

Jonan ganó el duelo contra Manuel y Bosco. Adara venció a Alma. De esta forma, ambos podrían disfrutar de la recompensa: una pizza familiar, pimientos y una bandeja de pollo.

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Sin embargo, el grupo llevaba una mala semana. Se habían pasado los cinco días anteriores sin fuego y, por tanto, sin comer caliente. "Os doy la opción de conseguir dos cerillas si renunciáis a la recompensa", le dijo Laura a los ganadores.

Adara comenzó a llorar, pero cedió. Jonan lo tuvo claro: "No vamos a dejarles sin comer dos días más". Debido a la decisión, Madrueño les permitió regatear y, finalmente, consiguieron una cerilla para el grupo y tres cuartos de la pizza familiar para ambos.