La noche del jueves 4 de mayo se estrenó en La Sexta el programa El camino a casa, creado por Albert Espinosa. En este, el escritor hará un recorrido por la infancia de seis rostros televisivos.

Lo más interesante de este nuevo espacio, es la manera en la que se presentan las entrevistas. Y es que lejos de sentarse en el típico plató, los invitados pasean del colegio a su casa, como cuando eran unos niños. Esta idea se le ocurrió al escritor por su propia experiencia personal. Así lo contó la tarde del jueves en el programa Y ahora Sonsóles. 

El catalán no pudo hacer este trayecto durante un largo periodo de tiempo a raíz del cáncer que sufrió desde los 14 años hasta los 24. Durante este tiempo perdió una pierna, un pulmón y un trozo de hígado.

Albert contó cómo, durante esta etapa de su vida, decidió tomárselo con la mayor positividad posible: "Siempre digo que no perdí una pierna, sino que gané un muñón". Para el escritor, lo más importante es "convertir pérdidas en ganancias". 

En su estancia en el hospital, conoció a un niño con once años que soñaba poder "volver a hacer el camino a casa", por lo que le dedica el programa a él. "Cuando murió quiso que le incineraran y que hicieran relojes de arena con sus cenizas, para que entendiéramos que la muerte era vida".

Jesulín de Ubrique visita, junto a Albert Espinosa, la casa donde creció en 'Camino a Casa': "Hace 37 o 38 años que no vengo"

Ante este mensaje, que a Sonsoles le emocionó de sobremanera. Por ello, no pudo evitar llorar ante la fortaleza con la que el catalán contó su historia. Ambos se fundieron en un emotivo abrazo. "La manera en la que tienes de contar las cosas es muy mágica. Tu naturalidad es emocionante", le aseguró la periodista al escritor.