Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Ana Rosa Quintana: la hoja de ruta para liderar la tarde en Telecinco

Ana Rosa Quintana va tomando posiciones en su nuevo horario en Telecinco.
Ana Rosa Quintana esta semana en TardeAR
Ana Rosa Quintana esta semana en TardeAR
Mediaset
Ana Rosa Quintana esta semana en TardeAR

Algunos ya hablaban de vencedores y vencidos. Pero la batalla por el liderazgo en las tardes de la televisión después de la 'era Sálvame' sólo acaba de empezar. El viernes, por primera vez, TardeAR adelantó en audiencia a Y ahora Sonsoles. El sorpasso aconteció justo el primer día que no presentaba Ana Rosa Quintana, en pleno puente del Pilar. Si es que uno no se puede ir ya ni siquiera de vacaciones... La trifulca de la tele no para. De hecho, en la cadena rival, sí estaba al frente Sonsoles Ónega. Sin descanso. Y sin publicidad. Aunque más centrada en noticias trágicas que en la boda de Isa Pi. Y la audiencia en un viernes de tono festivo agradece tomar un respiro con la ensoñación del amor en tiempos de tanta actualidad cruenta retransmitida en riguroso directo.

Desde el inicio del curso, Y ahora Sonsoles se ha mantenido como magacín más visto de la tarde. La derrota de Ana Rosa Quintana se convirtió en jugoso e instantáneo titular, como también sucedió con Cuentos Chinos. Tal vez porque nos han acostumbrado a necesitar un resultado inmediato. Pero la televisión es un ejercicio de paciencia. El éxito se establece en la rutina del canal y del propio programa.

El acierto de la estrategia de TardeAR es que ha mantenido cierta estabilidad en su propuesta, a pesar de las dudas que siempre surgen al no alcanzar de sopetón las expectativas generadas. Entonces, hay dos caminos: empezar a titubear cambiando todo o mantener las apuestas que se creen diferencian al programa del resto de rivales. TardeAR ha aguantado. Y esa táctica va a ser decisiva para que Ana Rosa Quintana devuelva el liderazgo a Telecinco en la tarde.

En la perseverancia el magacín va generando costumbres en los hábitos diarios del espectador a la vez que puede ir adaptando sus contenidos a las necesidades de la actualidad, la franja de emisión y la sensibilidad de su audiencia. Incluso puede incorporar miradas específicas para abrirse a nuevos públicos y que enriquezcan las carencias en discurso de las celebrities utilizadas como reclamo 'famoso' en el arranque de curso.

La clave está en que TardeAR parece tener claro lo que quiere ser y demuestra seguridad. No vacila demasiado. Aunque es más fuerte cuando se queda en lo mundano más que en las vehemencias de la política. La propia Ana Rosa Quintana gana puntos cuando saca su ironía y relativiza discursos, en una época en la que la sociedad se ha saturado de tanto debate constante. Lo que ha propiciado que las disertaciones a la caza de convencer cada vez tengan menos valor en televisión. Hasta despiertan rechazo en un espectador que se va marchando de la televisión tradicional porque no se ve reflejado en una pantalla atascada en argumentarios alejados de la calle.

El aguante de Telecinco con TardeAR y la constancia del propio TardeAR manteniendo las secciones que definen al show (incluido el pícaro sobrino de Ana Rosa haciendo la crítica a su tía cada día) harán que se vaya consolidando en una franja que puede ir complicándose para Y ahora Sonsoles, protegido sin cortes para la publicidad desde Antena 3. Un magacín que, un año después, no cuaja en la rutina por sí solo como concepto televisivo. No está en la conversación social. Su fidelidad es particular. Para empezar porque una parte importante de su audiencia conecta con la cadena porque está esperando a que empiece Pasapalabra más que para ver al propio Y ahora Sonsoles en sí.

Con cortes para publicidad Y ahora Sonsoles sufriría más, evidentemente. Ventajas de ser una cadena líder, que cuenta con más posibilidades a la hora de jugar al jaque mate con la estrategia publicitaria. También, ahora, el programa de Ónega disfrutará del tirón de que su presentadora esté en todos los medios de comunicación por haber recibido el Premio Planeta. Pero ni con todas esas vicisitudes el plató de TardeAR huele a fracaso. Es acogedor en luz, ambientación sonora y, cuando las temperaturas desciendan, irá cogiendo músculo con la actualidad diaria. Sobre todo si entiende la esencia clásica de Telecinco, donde es importante la autoría del presentador, pero es bastante más decisiva la capacidad de congregar compañía. Compañía que se sustenta más en las usanzas de lo humano que en lo divino. 

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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