Mette-Marit y el príncipe Hakoon Magnus de Noruega protagonizaron una de las relaciones más escandalosas de las monarquías europeas, como se recordó durante la noche del miércoles en Lazos de sangre, al igual que otros matrimonios reales. 

"Ella era madre soltera", explicaba Euprepio Padula. "Tuvo una vida de joven que para los noruegos era difícil de aceptar", aseguraba Anne Sofie Allarp. "Fue un escándalo", recalcó Nacho Montes. 

La mujer, antes de enamorarse del príncipe, asistió a un programa de citas erótico. "Se llamaba La casa de placer", recordó Euprepio. "Tenía un pasado turbio", señaló Mabel Garza. Pero Hakoon se enamoró de ella perdidamente. "Estaba dispuesto a renunciar a todos su derechos", recordó Padula.

"Se conocieron en un concierto de rock, y desde ese momento no se separaron", relató Marta Nebot. Incluso antes de la boda, hubo polémica. "Ella ofreció una rueda de prensa tres días antes de la boda, donde habló de todo su pasado, pero que aseguró que quería a Hakoon", explicó Carmen Duerto.

La renuncia de Máxima de Holanda para casarse con el rey Guillermo Alejandro: "Era un obstáculo"

Finalmente, se casaron, y el hijo de Mette-Marit, Marius, apareció con ellos en el balcón saludando. "Fue importante que lo aceptasen", opinó Euprepio Padula. "Con los años, la aceptaron y llegaban a aplaudirle por la calle", concluyó la historia Pilar Eyre.