OPINIÓN

Enchufados en RTVE: de 'La resistencia' a 'La competencia'

David Broncano, en 'La Resistencia'.
David Broncano, en 'La resistencia'.
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David Broncano, en 'La Resistencia'.
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Al que escribe estas líneas La resistencia le gusta mucho. He ido a verlo en directo, me lo trago casi cada día como gorrino con un cubo de sobras y aún así, no quiero que vaya a La 1, porque si algo me da rabia son los enchufados. Y a La resistencia no es que la hayan enchufado en RTVE, es que le han conectado una central nuclear cebada con esteroides.

El empeño de que La resistencia acabe en La 1 no procede del mero raciocinio televisivo, pues cualquiera puede entender que el estricto código ético y manual de estilo de RTVE se pega como Topuria con la irreverencia, la frescura y la capacidad para desafiar los límites del humor del programa de Broncano. Y con los chistes de pederastia, drogas o sexo que se hacen el el programa. 

¿Podrá La resistencia mantener esa chispa en el encorsetado mundo de la televisión pública? No. La Resistencia deja de ser un programa independiente, un oasis libre y sin barreras para estar más ceñido que el corsé de la señorita Escarlata. 

La resistencia llega a La 1 para competir contra El Hormiguero, donde le dan caña al Gobierno día sí y día también. Y eso hace que deje de ser La Resistencia para ser La Competencia. Que con RTVE manga por hombro que se hayan dedicado tres Consejos de Administración sólo a este tema y que haya provocado tres destituciones de altos cargos sólo se explica por intereses más allá de los televisivos. 

Pero es más, tan claro estaba el fichaje que la presidenta interina actual (en RTVE las presidentas interinas caducan más rápido que la lechuga envasada) ha necesitado varios informes jurídicos para cubrirse las espaldas a la hora de aprobarlo. Si te tienes que preguntar si algo es ilegal o no, lo mismo no está bien hacerlo. 

Ah, eso por no hablar de que las condiciones con las que se contrata al programa están bastante por encima del común de los programas. Se le garantiza la permanencia y los 14 millones de euros por temporada (que no es exagerado, pero sí bien pagado). 

A La resistencia se le pide un 7,5% de audiencia, cuando la media de La 1 está en el 9,2%. Es como si a tu compañero de clase, hijo de una profe del cole, sólo le piden un 4 para aprobar. ¿Injusto? Dímelo tú, Hulio. 

Todo esto pone a Broncano y sus colaboradores en un punto de salida feo: llegan como los enchufados, oliendo a politiqueo como el que ha abrazado a su abuelo y huele a Varon Dandy y sin poder hacer su programa. A Grison le puede salir un bulto en la cabeza por la acumulación de chistes que va a pensar y no va a poder hacer. 

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