El humorista Dani Mateo ejerce un doble papel en Roast Battle: es el maestro de ceremonias y a la vez, juez y parte como miembro del jurado de este formato de Comedy Central en el que dos contendientes suben al escenario para usar el humor para atacarse mutuamente (desde este 23 de octubre a las 22.45 h).

¿Qué es 'Roast Battle'?

Es la mayor salvajada en la que yo he participado nunca, en la televisión y fuera de ella. Sería el equivalente a ir a ver unos monos al zoo tirándose la mierda a la cabeza.

¿Hay enfados cuando se ataca en lo personal?

No ha ocurrido. Yo creo que porque todos los que estamos en ese programa no estamos bien. Estamos enfermos de comedia y eso es lo que más nos puede gustar, así que no hay nada más importante que una risa. A partir de ahí no hay enfado, porque todo es material de comedia. Nos reímos de lo que habitualmente no te puedes reír, de eso que tu madre te diría "de esto no hagas bromas". Es un programa no apto para la gente que se ofende... ni para madres.

¿Quién le ha sorprendido más?

Echenique, que es el tío más gracioso que ha pasado por el programa. Hace unas bromas sobre sí mismo tan salvajes que yo me rompía. Y como Echenique todos, van a destrozarse a sí mismos, es un espectáculo digno de ver.

¿Encontrán otro político que quiera ir?

Tendrá que ser muy valiente, aunque parezca increíble ha dejado el listón... muy alto (risas).

Saber reírse de uno mismo, ¿es la mejor manera de desarmar al enemigo?

Todos deberíamos vivir sabiendo que somos ridículos. Cualquiera. Intentamos tener unos valores, llevar una vida, cometemos errores, nos tropezamos, nos pisamos... y al final la comedia te permite ver lo ridículos que somos en nuestra vida. Y vamos a dejar que se rían de nosotros, vamos a reírnos nosotros mismos y a hacer una gran terapia. Y salimos todos abrazados y hermanados diciendo "madre mía, qué pena damos todos".

¿Cómo es la mecánica del programa?

Son dos combates, de uno contra contra uno, que duran media hora. Presentamos a los contendientes, salen, se tiran la mierda a la cabeza y elegimos a un ganador entre Marta, Vaquero y yo.

¿Ha habido sobornos al jurado como debería ocurrir en España?

Por supuesto, Echenique tenía dinero de Venezuela y por eso ganó.

¿Como fue el juicio por lo del Valle de los Caídos?

Dimos con un juez sensato que entiende que el humor es humor y la vida es la vida y entendió que nos estábamos riendo como nos reímos de todo, porque ese es mi trabajo, reírme de todo, incluso de las cosas que me importan a mí. Sería un mal profesional si no me riera incluso de lo que para mi es serio. Si fuera registrador de la propiedad no tendría que meterme en según qué jardines, pero siendo cómico no me queda otra.

¿Podría existir un cómico que nunca ofendiera a nadie?

Sí, pero sería muy aburrido. Porque la comedia es sacarle la lengua a la vida. Es el bufón al que el rey llamaba para que se riera de todo. Es la función de cómico: coger las cosas serias de la vida y hacer malabares para que la gente se ría.

¿Hay más ofendiditos ahora o es que tienen más voz?

Creo que tienen más voz. Siempre ha habido gente que se ha tomado la vida demasiado en serio, pero ahora parece que son muchos y los que dominan el mundo. Ahora hay una guerra entre los que dicen "la vida hay que tomársela en broma" y los que dicen "la vida hay que tomársela en serio". ¿Quién ganará? No lo sé. Ahora mismo van ganando los que se la quieren tomar en serio, pero en la resistencia hay mucha gente. Tengo fe.

Los cómicos tienen mucha competencia en la política...

Eso es intrusismo laboral. Que se ganen la vida haciendo política, que para hacer comedia ya somos muchos.

¿Se ha autocensurado alguna vez?

Ese es el problema: que forma parte del trabajo. Yo me obligo a no censurarme, porque mi yo sensato me dice "no te metas ahí, que te van a caer hostias". Pero mi obligación como profesional de la comedia es meterme ahí y que la gente se ría de lo que considera más sagrado. Ahí es donde la risa se convierte en terapia.

¿Tiene algún chiste favorito?

Es uno de Eugenio que me encanta:

- Me he aprendido el listín telefónico

- ¿De memoria?

- No, comprendiéndolo.