Desde que Daniel Sancho ingresó en prisión, en Tailandia, tras haber sido acusado de asesinar, descuartizar y deshacerse del cuerpo del cirujano colombiano Edwin Arrieta, su defensa española, encabezada por Marcos García Montes, lucha por evitar la pena de muerte que la acusación pide para él.

Así, este lunes, el joven ha acudido a una nueva vista ante el juez donde se esperaba que ya se decidieran las fechas del juicio que, previsiblemente, tendría lugar a principios del año 2024, pero que, ahora, podría volver a retrasarse.

La vista se ha celebrado a puerta cerrada e, incluso, se ha colocado un biombo para evitar que los compañeros de prensa puedan captar alguna imagen del chef que, en esta ocasión, ha acudido acompañado por su padre, Rodolfo Sancho, y su madre, Silvia Bronchalo, lo que ha supuesto, según el traductor presente en la sala, que el chef se encuentre mejor por ver que "sus padres están juntos".

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Además, estaba previsto que en esta vista se presentase la lista de pruebas para demostrar la versión de Daniel Sancho, quien sostiene que la muerte de Arrieta fue un accidente y se produjo tras una pelea en la que el médico se golpeó la cabeza y falleció. Así, el nuevo abogado de oficio del joven, en quien su defensa española sí parece confiar, ha pedido al juez una ampliación para poder recabar nuevas pruebas que demuestren la versión de Daniel Sancho.