David Amor: "Siendo famoso ligar es más difícil, porque se te acerca gente por lo que eres en la tele, no en la realidad"

David Amor, durante la entrevista con 20minutos.es.
David Amor, durante la entrevista con 20minutos.es.
JORGE PARÍS
David Amor, durante la entrevista con 20minutos.es.
David Amor, durante la entrevista con 20minutos.es.
JORGE PARÍS / BIEITO ÁLVAREZ

Quizá porque tenía ya muchos chistes bullendo en su cabeza, quizá porque estaba inspirado o quizá porque quería vestirse de piloto, pero lo cierto es que David Amor tiene un nuevo monólogo, Love está en el aire (próximas funciones en Madrid el 18 de febrero, 18 de marzo, 20 de mayo y 17 de junio y en Bilbao el 2 de abril, entre otras). El humorista gallego vuelve a desplegar todo su humor y a abordar muchos temas sin dejar fuera dos de sus pasiones: la tele y los aeropuertos.

¿Por qué un monólogo sobre la tele y no sobre Kafka? Porque Kafka ya estaba muy usado (risas). La tele es una excusa, realmente la coletilla del espectáculo es El amor está en el aire, el espectáculo más sincero del mundo, porque es muy de cómico llegar a un sitio y hablar del bar típico, de una discoteca y yo lo que cuento es todo lo contrario, que no sé nada del sitio en el que estoy. No sé nada de Madrid, no sé qué está pasando ni qué movidas tenéis. Y no porque no me interese, sino porque estoy enganchado a la tele y me flipa la tele. Y esa es la chispa de salida para hablar de un montón de temas.

No me creo que no conozca a Ayuso… Eso sí, claro. Pero hasta ahí bien, conozco la libertad y a vuestro William Wallace particular (risas).

También habla de aeropuertos, ¿es por experiencia propia? Un poco sí y además a lo largo de mis distintos shows hablo de ellos, como una seña de identidad, igual que Goyo Jiménez tiene a los americanos o Leo Harlem tiene el costumbrismo. Ojo con quién me comparo, yo tirando siempre para arriba (risas).

Lo de viajar es una constante, porque vivo en Galicia y al final estás volando todo el día y muchos monólogos nacieron de esa vivencia. Me gusta hablar y como siempre he rajado mucho de las compañías y ya me miran mal los pilotos era momento de cambiar y de hablar de volar, pero de los pasajeros, de lo raritos que somos.

¿No era una excusa para que su madre le viera vestido de piloto? Eso también, mi madre llorando de la alegría y diciendo ‘por fin mi hijo parece que tiene un trabajo de verdad’. Creo que lleva esa foto en la cartera. A las madres hay que hacerlas felices.

¿Tienen algo en común la tele y los aeropuertos? La locura. Ese caos ordenado por el cual todo acaba funcionando. Los programas y los aviones siempre acaban saliendo.

¿Cómo es su proceso para crear un monólogo? Duro. Soy una persona a la que le cuesta escribir. Me gusta partir de una idea, de un chiste que me haga mucha gracia. Concibo los shows que me hacen divertirme a mí y pienso que habrá algún tarado al que le gusten las mismas cosas que a mí, que tampoco soy tan raro. Luego creo bloques con temas y los voy desarrollando. Algunos crecen más o les sacas más chicha y otros que se van atrancando. A veces cuesta mucho.

David Amor, posando en la Gran Vía de Madrid.
David Amor, posando en la Gran Vía de Madrid.
JORGE PARÍS

Uno de los primeros shows que tenía hablaba de las orquestas en Galicia y creo que me llevó como un año conseguirlo. Era un tema que tenía clarísimo pero no encontraba la forma de hacérselo llegar al público, hasta que lo logré. Hay un poco de ensayo-error.

¿Y luego no se lo reprochan los sujetos de sus monólogos? No, la verdad es que tengo suerte con el mundo hater. No sé si eso es bueno o mano por ser demasiado intrascendente. Pero por ejemplo, he coincidido con gente de orquestas y muchas veces los que más se reían eran ellos. La gente tiene humor.

En un espectáculo mío puedo pasar por 20 o 30 temas distintos, si vienes y me dices que uno de esos temas no te ha gustado que lo hablara y de los otros 29 sí, ¿qué pasa, que de eso no porque es lo tuyo? La gente tiene inteligencia para decir, ‘oye, este tío está haciendo humor y me voy a reír de mí mismo’.

¿Cómo se torció y acabó en el mundo de la comedia? (Risas) Por una personalidad curiosa. Me gusta vivir las cosas, probarlas… y eso ha sido una constante en mi vida. He sido camarero en bodas y he repartido pizzas en moto y no tanto por necesidad real como por saber cómo era hacer eso.

Y probó también en lo de la fama… Estaba estudiando para ser profesor de Educación Física y tenía de compañera de clase a María Castro, la actriz, que estaba en una agencia de modelos y me dijo que probara y fui. Y esa agencia tenía mucho vínculo con la televisión de Galicia y hacía muchos castings y entré en un programa donde había un chico que hacía monólogos y me preguntó si quería actuar con él. Así que empecé en paralelo en la tele y los monólogos y me fui quedando en eso hasta que pensé “pues será este mi trabajo, digo yo”.

Cuánto han perdido los niños de la ESO… O ganado (risas).

Retomando el tema de los haters, vivimos en una época en la que nunca sabes quién se va a ofender, ¿se autocensura mucho? Lo hago, pero por ir a una comedia que es la que he decidido hacer, una comedia donde la gente se lo pase bien, que esté tranquila y disfruten, sin que se sientan incómodos. No les hago participar, ni les saco al escenario… la gente que paga tiene que disfrutar. He hecho humor político, pero me pasaba que había un punto que me cabreaba, no me hacía gracia lo que decía y al final no cambias nada, aunque intentes concienciar. Estás hablando de lo mismo todo los días, te acabas cabreando y no cambias nada. Así que decidí hacer algo que me hiciera feliz a mí, que me divirtiera y me volviera contento a casa.

¿Cuando está con los colegas hace chistes burros que no haría en un monólogo? Obviamente. Es más, a mí me gusta el humor negro y el típico de cómico que me gusta no es del humor que hago yo. A mí Luis Álvaro me flipa, me parece el mejor.

Como todo lo que he hecho en televisión son cosas muy familiares tengo un público muy variado, desde gente muy joven a gente mayor y me gusta que todos se vayan contentos. Si haces algo muy específico hay una parte del público que lo vas a echar.

Ganó el Festival de Villanueva de la Serena, cuyo premio era hacer otro monólogo, menos mal que no era un concurso de levantar piedras… (Risas) Sí, sí. Fue muy bonito porque era un festival de teatro y había un premio del público y me lo dieron y que la gente dijera que de todo lo que había visto fuera el mío fue un subidón.

David Amor, durante la entrevista con 20minutos.es.
David Amor, durante la entrevista con 20minutos.es.
JORGE PARÍS

Con la comedia pasa una cosa muy curiosa que lo ejemplifica muy bien los Premios Goya, donde nunca hay una comedia que tenga premios, a veces no están ni nominadas, aunque hayan hecho un taquillazo. Pero después queremos que el que presente la gala sea un cómico y que haga mucha gracia.

Pero luego está el público, y ese es el verdadero premio, quien te permite vivir de esto, quien va a tus shows y disfruta. ¿Que me gustaría que tuviera más reconocimiento? Sí. Muchos actores se cagan cuando tienen que hacer comedia y si saben que es difícil vamos a ponerlo en valor. Nos vendría bien a todos, nos iría mucho mejor.

¿Cuál es el primer chiste que recuerda? ¿Uno de Jaimito? No, es de un militar en la mili… “Llega el general y le dice a uno “este no sabe decir cartucho, dice carchuto”. Y dice uno “¡Yo enseño!”, “Di cartucho”, “Carchuto”, “No, cartucho”, “Carchuto”, “Que no, cartucho”, “Carchuto”, “¡Cartucho!”… y al cabo de un rato el que le enseñaba dice: “¡Mi general, ya sabe decir perfectamente carchuto!”. Una vez lo conté en público y lo conté mal. Fue horrible.

¿Hay un humor gallego como categoría? Es un gran tema… Yo no creo en eso. El humor es una emoción y las emociones son universales, como la alegría o la tristeza. Lo que sí hay es un contexto. Friends es una americana, hecha para americanos y además, de Nueva York y de repente triunfó en todo el mundo. Pero si yo hablo de una cosa muy específica de un pueblo de Galicia que tú no conoces te falta el contexto y no entenderás el chiste.

¿Era muy fan de las Tanxugueiras en el Benidorm Fest? Sí, soy fans y tengo la suerte de conocerlas, así que me quedé un poco preocupado. Objetivamente su actuación fue de las mejores. Me quedé un poco decepcionado porque era algo muy obvio. Lo de si es una canción eurovisiva o no hay que quitárselo, hay que llevar un buen tema, Salvador Sobral lo dejó claro y ha sido así todos los años. Yo llevaría cada año una canción de cada autonomía para poner en valor nuestra riqueza en un escaparate como Eurovisión.

Ganó usted un Mr. Simpatía… ¿fue una premonición o una putada? (Risas) Una putada, de hecho uno de mis primeros shows se llamaba Fuera de sitio porque en mi época de modelo yo era el que hacía del “antes”, de lo que pides o te llega a casa, yo era lo que te llega a casa. Y me presenté a aquel concurso y es cruel que vayas a un concurso de belleza y que te digan que eres simpático. No me des nada, no pasa nada (risas).

Y cuando hice el primer programa en la televisión de Galicia, O rei da comedia, que era como un Operación Triunfo del humor, entre los que concursábamos resultó que yo era como el guapo y pensé “a ver si os aclaráis”.

¿Se nota la erótica del famoso? ¿Es más fácil ligar? Yo creo que se liga menos, realmente. Yo la fama la he tocado con la puntita de los dedos, pero es verdad que se te acerca mucha más gente, pero un tipo de gente que se acerca por lo que eres en la tele, no por lo que eres en realidad y eso echa para atrás. ¿Gusto yo o gusta el señor ese que sale por la tele que no soy yo? Y llega un momento que te gusta alguien y te crea interés y a lo mejor a esa persona que trabajes en la tele no le interesa mucho o piensa que es un trabajo con muchos jaleos. Así que tienes acceso a más gente que no te interesa y la que te interesa no tiene interés en ti.

Dani Rovira es el único que sacó más puntuación que usted en la web de El Club de la Comedia. ¿Podemos odiarle, aunque solo sea por eso? Tiene un show que se llama Odio, así que sí (risas), aunque él es difícil de odiar. Fue una sorpresa para mí, aunque yo me voté, tengo que reconocerlo. Me dejó muy buen sabor de boca porque yo solo he salido una vez en El Club de la Comedia.

¿Qué cosas le sacan a usted de quicio? Muchas cosas, mogollón de cosas… es más, ¡tú! (risas). Yo escribo y borro muchos tuits a lo largo del día, por no meterme en jaleos. Me molesta que le pongan límites al humor o que digan que hay algo de lo que no se puede hacer humor. Me molesta hasta que eso sea una cuestión de debate. Hay compañeros y compañeras a las que les han dicho por redes sociales que les van a matar o violar y la policía les dice que no se puede hacer nada porque no son amenazas reales y luego se está juzgando a gente por hacer un chiste, que es ficción.

Anime a ir a verle al teatro… Os estaré esperando en el Teatro Fígaro, con una hora y media de risas y buen rollo. ¿A quién no le apetece un plan así?

Isra Álvarez
Redactor '20minutos'

Redactor especializado en Televisión, Cultura y Espectáculos, con 19 años de experiencia. Locutor, colaborador televisivo y actor. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la CEU. He escrito guiones de cómic de humor, así como blogs sobre realities, además de en otros campos como la Historia y Fuerzas Armadas.

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