Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Detrás del troleo de Salvador Sobral a David Broncano

"Prepárate las entrevistas", reprocha Salvador Sobral a David Broncano en La Resistencia.
Salvador Sobral y David Broncano, face to face.
Salvador Sobral y David Broncano, face to face.
Movistar Plus
Salvador Sobral y David Broncano, face to face.

"Prepárate las entrevistas", reprocha Salvador Sobral a David Broncano en La Resistencia. Las carcajadas en el teatro resuenan. El músico acaba de reconocer que cuando fue a El Hormiguero, justo después de Eurovisión, pensó: "Madre mía, qué tontería de programa, nunca vuelvo a una cosa de estas". Y nada más verbalizar tal reflexión, levanta las palmas de sus manos, observa el escenario en el que está y exclama "y mira". Como diciendo, "aquí estoy ahora, de nuevo, en un programa de estos". Más risas. Todo el rato risas. Pero risas cómplices.

Visto fuera de contexto da la sensación de que la entrevista entre Sobral y Broncano fue un choque tenso y cargado de reproches. O, como lo llaman ahora, "zascas". "La verdad es que nunca me habían hecho un briefing tan intenso: 'este programa es muy importante en España y tú tienes que entrar y sentirte libre'. Entonces yo me puse nervioso, como si esto fuera Jay Leno. Y, al final, esto es una tontería", llegó a reconocer Sobral.

Aunque, en realidad, este ping-pong dialéctico sólo representa a un entrevistado que entiende el tono de un programa de televisión. Ya que va, sale a jugar. De ahí que Salvador Sobral sea siempre el entrevistado perfecto. No se queda en la proclama promocional y es sincero a la hora de charlotear. Va a lo concreto y huye de la frase hecha: aporta anécdotas, comparte su vivencia curtida y capta el caracter de cada show. Siempre sin perder la ironía que le hace especial. Lo que ayuda a que se haya adaptado como un guante a La Resistencia, ante un Broncano que no podía disimular que estaba disfrutando del momento.

La comedia no se puede despojar de sus contextos. Aunque todos caigamos todo el rato en la trampa en los acelerones de la viralidad. Tampoco se pueden extraer de su ambiente las corrosiones de Sobral sobre La Resistencia: sus pullas atesoran la lucidez de la conciencia crítica que se agarra al humor para seguir prosperando. Es habitual en él: es generoso compartiendo cuando se encienden los focos y los micrófonos. También lo hizo con su colosal interpretación en Eurovisión. Cuando ganó, podía haber repetido en solitario su Amar pelos dois, como sucede cada año en el festival con la canción triunfadora. Sin embargo, sacó al escenario a su hermana, Luísa Sobral, compositora de la canción, y regaló un colofón único al show. Un instante emocional irrepetible de los dos hermanos versionando su himno.

Es la autenticidad de Sobral, capaz de ir un poco más allá de las expectativas. ¿Cómo lo consigue? Tal vez no lo sepa, pero él atesora una de las claves maestras a la hora de comunicar: es responsable, pero no le impone. Así puede morder. Así relativiza sus apariciones desde una espontaneidad con la intuición suficiente para entender cuándo puedes ser travieso y cuando toca ser solemne interpretando al piano: "te llevo conmigo, sin nunca haber conocido. Y compartimos memorias que nunca he vivido".

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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