Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La dificultad de imitar a Conchita que ha provocado un giro de guion en la historia de 'Tu cara me suena'

Julia Medina y Conchita en el final de la gala 9 de 'Tu cara me suena' 2024.
Julia Medina y Conchita en el final de la gala 9 de 'Tu cara me suena' 2024.
Atresmedia
Julia Medina y Conchita en el final de la gala 9 de 'Tu cara me suena' 2024.

Imitar a Conchita no es fácil. Sus canciones son un juego de sensibilidades que representan una de las grandes transgresiones de la vida: la capacidad de compartir las emociones para flotar mejor entre la marabunta. Conchita lo hace. Algunos por ello la llaman ñoña, pues hemos crecido en una sociedad que despreciaba la habilidad de verbalizar los sentimientos. Preferíamos guardarlos, incluso que se nos quedaran en el tintero. Y, claro, las frustraciones brotaban de la nada.

Conchita, en cambio, convierte los sentimientos en canciones listas para ser animosa banda sonora de nuestra existencia. Qué difícil lograr tal cosa. Más aún con todos los prejuicios que maceramos desde pequeñitos, en donde la emoción es cosa de flojos. Quizá, por eso mismo, es complicado imitar a Conchita sin caer en la sobreactuación de la ñoñez que nos explicaron mal, a través de parodias, prejuicios y complejos. 

Pero, al final, la música de Conchita es una especie de verbena que desmonta las parodias, los prejuicios y los complejos. Y Julia Medina la ha calado, ha conseguido una imitación precisa de Conchita con su interpretación de Por las veces en Tu cara me suena. La clave también ha estado en que el programa ha calcado el videoclip con las armas de la tele de siempre: cuidando los matices que hacen única la canción para trascender más allá de una actuación musical. Sin miedo a la oscuridad o a que haya algún espectador mareado que no entienda que la cámara no pare de girar.

No obstante, el videoclip de Por las veces es complejo para ser reproducido en un escenario de un talent show. Hay que seguir una coreografía de cámara milimetrada, pues la imagen no para de dar vueltas alrededor de cantante y bailarines. También hay que adaptar la luz, que está bien próxima a los artistas. Todo debe ser planificado y ensayado desde una artesanía creativa que siempre será modernidad. Aunque no siempre hay tiempo para ponerla en práctica. Tu cara me suena lo intenta, Tu cara me suena lo consigue. Es su éxito. No sólo es un programa de versiones de canciones, es televisión con todas sus fantasías, con todas sus experimentaciones y con todas sus complicidades. 

Y cuando se prende el resplandor de las luces habituales del estudio, el programa no corta y es inteligente a la hora de mostrar el despliegue que se ha realizado. Se desvelan las tripas del esfuerzo de la escenografía, el atrezo físico queda al descubierto y hasta cómo se ha colgado una luz más baja para favorecer un ambiente íntimamente cálido... El show no está editado con la celeridad que arrasa con los detalles y entiende la importancia de explicar los contextos, incluso en las transiciones que nunca son una cosa menor. Así se implica más y mejor al espectador.

Con esta esmerada actuación, Julia Medina ha ganado la gala. Sin demasiadas sorpresas. Era la mejor propuesta de la noche. Pero cuando tocaba volver a cantar el tema en los últimos minutos del concurso, ya sin el despliegue de la puesta en escena, el programa se ha sacado de la manga un giro de guion que ha mejorado cualquier pronóstico: poder ver a Conchita y Julia Medina versionando juntas Por las veces. Entonces, la imitación ha saltado por los aires y se ha creado una apoteosis tan vibrante que ha desbordado la adrenalina de la sensibilidad. Porque el ambiente de confianza que favorece la alegría de TCMS permite que se abra camino la gran materia prima de la televisión: transmitir verdad. Tu cara me suena es el programa de la gente de verdad, que se emociona, que se lo curra, que lo comparte, que lo disfruta y que lo celebra sin temor a despeinarse. Y eso nos hace sentirnos reconocidos.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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