Este jueves se convirtió en uno de los días más negros de los últimos meses con el hallazgo del cuerpo sin vida de Olivia, una de las dos hermanas de Tenerife que fueron secuestradas por su padre el pasado 27 de abril. 

El hecho ha conmocionado a una sociedad que, a raíz de la campaña Bring Back Home Anna and Olivia, tuvo la oportunidad de ver los vídeos y fotografías que su madre, Beatriz, publicó para facilitar la identificación de las hermanas en caso de que alguien las viera.

Horizonte, el programa presentado por Íker Jiménez en Cuatro, quiso dedicarle una entrega al trágico episodio, y para ello entrevistó a Joaquín Amills, portavoz de la familia. Se trató de una dura conversación en la que claramente Amills conseguía contener las lágrimas a duras penas. Y es que, además de la muerte de Olivia, no hay muchas esperanzas con la situación de su hermana pequeña, Anna.

"Tanto como portavoz como en agradecimiento por cómo se han volcado los medios, mi deber es el de seguir atendiendo a todos los que me lo pidáis. Son momentos tremendamente duros, pocas palabras pueden explicar lo que estamos viviendo. Estamos pendientes de la identificación del ADN, pero todos los presagios son malos y duros, porque pensábamos en la posibilidad de que las niñas estuviesen vivas", dijo el también presidente de SOS Desaparecidos. 

"Deseamos que el círculo se cierre"

"Pero también es nuestro deber con todas las familias de desaparecidos no rendirnos y tener esperanza hasta que se produzca el desenlace. La esperanza mantiene vivas a las familias. Creo que el caso de Olivia y de Anna va a marcar un antes y un después, ojalá que así sea, sería el mejor homenaje que podemos hacerles", añadió.

Sobre la continuidad de la investigación, capitaneada por el buque oceanográfico del Instituto Español de Oceanografía Ángeles Alvariño, Jamills alertó de que serán unas horas muy largas. "Deseamos ya que el círculo se cierre y que se encuentre a Anna", dijo antes de que se le quebrara la voz. 

También agradeció el portavoz la atención y el cuidado que se está teniendo con Beatriz, la madre de las pequeñas. Entonces, Íker Jiménez interrumpió la comparecencia para pedirle a sus compañeros, entre lágrimas, que dejaran de poner fotos de las niñas, pues le impactaba. "Me descoyunta mucho. Menos mal que tenemos expertos para hacer lo que tenemos que hacer: informar", zanjó el tema.