'En el punto de mira' advierte sobre los riesgos de las uñas acrílicas: "Me han destrozado la vida"

Uñas acrílicas, en el programa 'En el punto de mira' (Cuatro).
Uñas acrílicas, en el programa 'En el punto de mira' (Cuatro).
MEDIASET
Uñas acrílicas, en el programa 'En el punto de mira' (Cuatro).

La nueva entrega de En el punto de mira (Cuatro) puso la lupa este miércoles en el lado oculto de uno de los complementos de moda de nuestra época: las uñas acrílicas. Para ello, la reportera Victoria Dulanto indagó en sus verdaderos peligros y se citó con algunas víctimas que casi pierden sus dedos. 

La periodista hizo la primera parada en Divine Nails, un local barcelonés que la cantante Rosalía ha frecuentado en alguna ocasión. En este lugar se explicaron los cuatro tipos de 'uña' que existen: la tradicional, la semipermanente, la de gel y la acrílica, que "dura más tiempo y es más agresiva".

Tras la visita, el equipo del programa se sorprendió al comparar los precios entre unas clínicas y otras. En este sentido, el primer negocio cobra hasta 150 euros por una sesión de uñas acrílicas, pero en otros, en cambio, las cifras rondan los 20 euros. La explicación reside en que, en estos locales, se usan materiales que pueden generar graves consecuencias para la salud y dolencias de por vida. 

El peligro de los acrilatos

En el monográfico se puso especial énfasis en la peligrosidad del acrilato, un compuesto químico que deriva del petróleo y que se aplica en las uñas de gel, semipermanentes y acrílicas. La dermatóloga Rita Rodrigues explicó que está presente en pinturas, textiles, plásticos y prótesis médicas.

Este compuesto puede provocar graves alergias que se manifiestan tanto a nivel local (separación de la piel o agrietamientos) como a nivel parcial en zonas del cuerpo como la cara. "Es una epidemia", apuntó la experta. 

Y es que se han detectado un total de 101 casos de dermatitis alérgica en un año en 16 hospitales de nuestro país. La causa se debe al uso de esmaltes de uña acrílicos (el 70% procedentes de esteticistas). "La manicura permanente y las uñas acrílicas me han destrozado la vida", explicó una víctima al programa.

Además, Dulanto visitó un taller de carpintería situado en un polígono industrial para obtener más detalles sobre los riesgos del acrilato. Allí, el decano del colegio de médicos de Madrid aconsejó que "hay que utilizar otro tipo de sustancias que tengan propiedades similares": "Investiguen y no se conformen”, apuntó. 

En el taller la reportera comprobó las medidas de seguridad que toman los trabajadores a la hora de manejar este químico. Estos actuaban enfundados en un mono y protegidos con una mascarilla y con guantes; unas medidas de protección que no son tan estrictas en la mayoría de clínicas de manicura.

Finalmente, en el reportaje se fue testigo de las alarmantes negligencias que se llevan a cabo en un centro madrileño de uñas de bajo coste. Solo en la capital española existen 3.777 establecimientos de uñas y este negocio factura hasta un total de 14.000 millones de euros.

A continuación de la primera entrega del espacio de investigación se estrenó un reportaje sobre la introducción de los robots en el ámbito laboral. Boro Barber informó sobre la sociedad del futuro y sobre el impacto de la incursión de las máquinas en el mercado de trabajo.

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