Fran Rivera, sobre quienes lo calificaron de "alarmista" frente al coronavirus: "Me querían quemar en la hoguera"

El plató de Espejo público se ha visto reducido en colaboradores debido a las medidas de seguridad por el coronavirus. Fran Rivera, tertuliano habitual en el programa, es uno de los que no siguen trabajando en el magazine, ya que lleva confinado en su casa de Ronda (Málaga).

El torero el fue uno de los primeros colaboradores en confinarse y dejar de asistir al trabajo, ya que, como según ha explicado él mismo, "estaba preocupado" por las el desarrollo del virus en España, antes de que empezará la crisis sanitaria.

Rivera fue muy criticado cuando quiso poner en alerta a los espectadores sobre la peligrosidad del virus, cuando tan solo había un caso positivo en la península. Las redes sociales se tintaron de mensajes negativos y los usuarios tacharon al colaborador de "alarmista". 

Este miércoles, el empresario ha conectado en directo vía Skype con su programa para explicar cómo está llevando la cuarentena y para hacer gala de que sus predicciones sobre el coronavirus eran ciertas. "Me querían quemar en la hoguera", ha comentado el torero respecto a las críticas recibidas en el pasado. 

El tertuliano comentó, el pasado 26 de febrero, último día que asistió a plató, que los gobiernos no estaban preparados para lo que se venía encima. "El español siempre piensa que nunca nos va a pasar nada", ha comentado el colaborador desde su casa. 

Fran Rivera ha contado que está pasando el confinamiento en compañía de tres hijos, Catetana, Carmen y Francisco, y de su mujer Lourdes Montes en la que era la casa de su bisabuelo, Antonio Ordoñez.