El espacio Código 10, de Cuatro, ha hablado en exclusiva con Iván Rico, un hombre cuyo caso se hizo tristemente célebre cuando en 2016 su expareja le acusó de haberla agredido y secuestrado, con detalles que trascendieron a los medios de comunicación como que le había pegado la vagina con pegamento. 

Rico fue a prisión, donde estuvo casi un año, con una petición de cárcel de 17 años, hasta que por fin se pudo demostrar que la mujer había mentido. Ella acabó siendo condenada a 10 años de prisión por esa denuncia falsa, además de a pagar siete meses de multa a razón de 10 euros diarios.

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Ahora, y por primera vez Iván Rico ha hablado con Código 10 para explicar cómo fue aquella experiencia. "El momento más duro es el ingreso a prisión. Cuando estaba entrando el funcionario me dio cuatro sopapos porque pensaba que yo había hecho lo del pegamento", cuenta el hombre al programa presentado por Nacho Abad y David Aleman. 

Iván ha rehecho su vida, pero el daño a su imagen es irreparable y según cuenta aún después de saberse que era inocente se encontraba con personas que se referían a él con el mote de "pegacoños" 

"La cárcel fue muy dura. Tienes que acostumbrarte a un estilo de vida diferente, que no es como las películas", explicaba Rico. "Yo estaba harto de ir al juzgado a decir que era inocente", se quejaba el falsamente acusado.

"Esta mujer intentó arruinarme la vida, casi lo consigue, consiguió meterme un año en la cárcel", hacía ver Iván Rico. "Que procuren investigar más las denuncias, porque si no al final la cárcel se llena de inocentes", pedía. 

"Yo cuando empecé con él me decía la gente '¿cómo sales con Iván?, ¡que es un maltratador!", explicaba su actual pareja, sobre lo que tuvieron que pasar en su pueblo hace años.