Nunca digas nunca jamás. Fue el título de la película en la que Sean Connery interpretó por última vez a James Bond. Una frase útil para un superagente, pero también para una estrella de la televisión. Porque en el arte del show business cuando menos te lo esperas hay que tragarse tus propias palabras.
Jorge Javier Vázquez sabe muy bien el peligro de sentenciar "nunca más" en un plató de televisión. Lo ha vivido en Aquí hay tomate, en Sálvame, en Gran Hermano. En tantos programas, que terminaban oliendo a último y, al final, sólo eran una continuación.
En los medios de comunicación, como en la vida, es fácil sentir el vértigo de que puede estar cerca el acabose y, de repente, en el instante más inesperado, estar de nuevo ahí mismo: donde jamás ibas a estar más.
Telecinco lleva un años queriendo crecer y quizá alguien pensó que era buena idea sobreactuar la ruptura con los personajes de Sálvame para abrirse a nuevos públicos. Jorge Javier Vázquez lo sufría colateralmente, a pesar de ser uno de los rostros más reconocibles del canal.
De presentar al menos cuatro programas diferentes a conducir solamente uno. Que si Cuentos Chinos se canceló rápidamente, que si no estuvo al frente de Gran Hermano VIP, que si sólo se quedó con Supervivientes. Daba la sensación de que estaba siendo relegado.
Sin embargo, todo ha girado en sólo unos meses. Ahora, de nuevo, programa de estreno de Telecinco, programa que cae a Jorge Javier Vázquez. Hará el retorno de GH de anónimos con él, regresará a Hay una cosa que te quiero decir con él, seguirá Supervivientes con él (también en su versión all stars) y tardeará un programa de testimonios diario con él. Se estrenará este verano. Ni vacaciones de agosto pinta que va a tener.
De un aparente destierro a estar en todo. Así es la tele. Ninguno de sus nuevos encargos de cadena será sencillito. El huracán de las audiencias está en contra y los formatos proyectados, a priori, no atesoran ninguna osadía para pillar por sorpresa a una audiencia con ansias de más creatividad. Todos estos proyectos remiten a intentar reproducir éxitos de ayer en el hoy. Pero la sociedad está más en el mañana que en el recuerdo de épocas superadas, sobre todo si la materia prima va unida al testimonio tratado con condescendencia. Esperemos que no.
Un reapasionamiento este de Telecinco con Jorge Javier Vázquez que define tan maravillosamente bien la tele como ambiente en el que nada es definitivo. Ni siquiera las decisiones más vehementes. La propia vida es así, desmonta de golpe las frases hechas que se repiten y se repiten. Tan falsas, tan vacías, tan inservibles, tan dañinas. "El tren sólo pasa una vez", verbalizan algunos todo el rato. Mentira, qué tren. Con todas las frecuencias de Renfe Cercanías que hay.
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